Minipiso conseguido en Zaragoza, ¿dónde meto mis cosas?

Misión cumplida. Fuiste el más rápido dándole al botón de llamada en cuanto salió el anuncio de un piso en condiciones, conseguiste el primer puesto para ir a visitarlo, saliste escopeteado del trabajo y en menos de 35 minutos estabas estrechando la mano del comercial y calculando por cuánto te va a salir la broma del "mes de alquiler más IVA" que te toca abonar a ti, sin entender muy bien el por qué, a la inmobiliaria que se ha encargado de enseñarlo. Ya está, ya lo tienes, no pasa nada. Mejor no pensar en cómo va a temblar tu cuenta entre eso y el mes de fianza que custodiará la DGA.

Sales de ahí con buenas sensaciones: se acabó la carrera por encontrar piso. Sin embargo, aún no has doblado la esquina de la que será tu nueva calle y ya te asaltan preguntas para las que no tienes respuesta. Qué hago con la bici si en este piso de 50 metros cuadrados (45 útiles) no cabe por ningún lado. Bien, puedo prescindir del típico mueble recibidor y toparme con la bici cada día nada más entrar en casa. Vale. Ahora se lleva eso, es hasta moderno. Pero, ¿y los esquís? ¿Y los bastones, botas, anorak, casco, gafas y demás bártulos de la nieve que tenías en 'la otra habitación' del 'piso de la abuela' que te ha salvado la vida estos años pero que ahora le toca ocupar a tu hermano pequeño? ¿Y los abrigos que has ido acumulando? ¿Y los patines que te dio por comprarte cuando se puso de moda aquello de salir a patinar por Zaragoza? ¿Y las raquetas de padel de cuando ibais a jugar los compañeros de trabajo hasta que asumisteis que ya os veis más que suficiente durante la jornada? Peor aún, ¿y las básicas maletas? ¿y los libros? ¿y los trajes de las sucesivas bodas de amigos y conocidos? Para. Ay madre. Acabas de alquilar un minipiso por 550 euros al mes porque es lo único que podías permitirte cerca del trabajo y de repente te sobra media vida. Vas a ser el rey de Wallapop. Piensa en lo bueno, tendrás que limpiar menos.

Según los datos del último censo de población y vivienda conocido, más de 21% de las viviendas habitadas en Zaragoza capital tienen menos de 60 metros cuadrados. Casi el 40% de todas ellas están ocupadas por una única persona pero es que en el otro 60% vive más gente y es de suponer que, a más inquilinos, mayor es el número de trastos. "En algún lugar meterán sus cosas", piensas... Y lo hacen. Por eso en Zaragoza, como en cualquier otra gran ciudad últimamente, además de aparecer patinetes y bicicletas por todas partes de la noche a la mañana, también brotan las empresas dedicadas al 'Self Storage'. Es decir, a la gestión y el alquiler de trasteros en antiguos locales comerciales ubicados en zonas consolidadas. Los hay en el Centro, en Las Delicias, en Las Fuentes y en San José. Además, claro, de los que ya había en las inmediaciones de polígonos industriales. A principios de 2015 en Zaragoza solo había tres. Ahora ya hay once, según la suma de los datos recopilados por la Asociación Española de Self Storage a principios de este año y los proporcionados a día de hoy por las propias empresas.

Este miércoles 'La Vanguardia' publicaba un artículo sobre el 'boom' de los negocios que ofrecen espacios para almacenar objetos en el centro urbano de Barcelona. "Mientras miles de barceloneses se ven expulsados de la ciudad por la subida de los precios de la vivienda, los trasteros están haciendo el mismo camino pero en sentido inverso", se expone en el reportaje. Pues bien, aunque Zaragoza no tiene, ni de lejos, los mismos problemas de vivienda que Barcelona, sí tiene a un montón de particulares que buscan esa 'habitación-trastero extra' que ya no tienen en sus pisos.

El trastero moderno

La empresa zaragozana Guardatodo fue una de las pioneras a la hora de abrir este tipo de centros y después de una década ven cómo "la demanda es cada vez mayor", según explicaba hace unos meses Coral Martínez, su responsable de márquetin. Entre los motivos están el que se te estaba pasando a ti por la cabeza tras alquilar tu minipiso (la normalización de las viviendas más pequeñas) y uno menos evidente pero cada día más frecuente: la creciente tendencia de destinar las viviendas propias al alquiler turístico en verano. Y para eso, claro, hay que 'vaciarlas' antes de todos los objetos que no quieres 'prestar'.

En el núcleo urbano de Zaragoza la empresa Guardatodo tiene locales llenos de trasteros en alquiler en las calles de María Moliner (Sagasta), Mosén Andrés Vicente (Delicias) y Cánovas (Puerta del Carmen); además de los de Benjamin Franklin (Cogullada) y la macronave de la carretera de Logroño.

Además, Cubbe tiene espacios con minialmacenes en las calles de Santa Inés (Plaza Europa), Bélgica (Delicias) y Rodrigo Rebolledo (Las Fuentes) "para que siempre tengas tu trastero cerca, vivas donde vivas" -según proclaman en su web-. Necesito un trastero, por su parte, tiene una franquicia en la calle Ávila, cerca del paseo de Teruel. En la carretera de Cogullada tiene otro centro la empresa Alquila tu espacio; en el camino de Los Molinos (muy cerca para los vecinos de Parque Goya) gestiona otro Multi Guarda y además Trastavis tiene otro funcionando en la calle del Monasterio de Piedra que resultará práctico para los vecinos de Las Delicias y El Oliver.

Entre todas estas empresas ofrecen taquillas, trasteros y almacenes por entre los 10 y los 60 euros al mes. Luego, claro, tienen súper espacios para empresas. Entre aspectos comunes, todas ellas te dan la posibilidad de acceder a tus cosas las 24 horas del día, sistema de vigilancia, alarma y servicios adicionales para quien necesita una mudanza. En Barcelona acaba de asentarse una que ofrece fotografiar todas las pertenencias que tienes almacenadas, acceder a ellas a través de internet y solicitar que te las traigan a casa cuando quieras. ¿Será cuestión de tiempo que esto llegue a Zaragoza? ¿Es posible que triunfe aquí el Glovo / Deliveroo de tus propias cosas?