Las alertas son la clave. Haberse descargado la aplicación de turno y que te avise en cuanto se publique el anuncio de un piso con las características que buscas. Una habitación, baño y cocina presentables, alguna ventana al exterior, no más de 600 euros al mes y, si puede ser, que la nevera no se vea obligada a pelear con el hueco del sofá ni con el sonido de la tele por copar el protagonismo de la estancia principal. Perímetro de búsqueda: toda Zaragoza. Ciudad, eso sí.

Los mensajes empiezan a llegar alrededor de las 11.00. 'Un anuncio recién publicado con tus criterios'. Otro. Otro. Uno no enseña fotos de la cocina ni del baño. Otro te informa de que tiene 150 euros al mes de gastos añadidos en concepto de comunidad. Otro (muchos) es un cuarto sin ascensor. Uno encaja: actual, pequeño, bien cuidado. Muebles de Ikea como los de todos tus amigos. Al menos no habrá rastro de carcoma. La cosa pinta bien. Quizá tienes que coger tres autobuses para llegar al trabajo cada mañana pero no vamos a ponernos exquisitos con la zona. Andar es bueno y queda la esperanza de que pronto amplíen el radio de alcance de las bicis de Mobike.

Llamas. No han pasado ni cuatro minutos desde que te ha vibrado el móvil. "Hola, sí, estamos confeccionando una lista con las personas que queréis visitarlo y te llamaremos en un rato para decirte a qué hora. Vendréis por orden". "Perdona, ¿en qué puesto de la lista estoy?". "La doce". Clin, termina el cuarto minuto. Quince después ya no aparece anunciado en la web y nadie vuelve a llamarte para darte hora. Al día siguiente vuelta a empezar.

Desde el Colegio Oficial de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria en Aragón (Coapi), su presidente, Fernando Baena, confirma lo difícil que se ha puesto encontrar 'pisos de soltero' en Zaragoza. O de parejas que no tienen muchos trastos y se apañan con una sola habitación, vaya. "Los buenos se alquilan en cuestión de horas y más en estas fechas", afirma. Evidentemente la cosa no está tan complicada como en Madrid o Barcelona y con algo de suerte se consigue uno en un par de semanas pero, tal y como explica Baena, se nota que ha aumentado mucho la demanda de pisos pequeños.

Sin ahorros, alquiler

Para adquirir una propiedad es preciso tener unos ahorros de entre un 20 y un 30% de su valor. Más los gastos extra que acarrea la compra. Los empleos precarios que proliferaron durante la crisis han generado una buena masa de 'jóvenes' que superan la treintena y todavía no han tenido la posibilidad de ahorrar lo suficiente para eso. Entre tanto, los pisos pequeños de alquiler se presentan como única solución para no convertirse en parásito perpetuo de casa de sus padres.

Hace un par de años, en Zaragoza, estos pisos de una habitación no superaban los 400 euros a no ser que estuviesen en plena plaza del Pilar y contasen con calidades de lujo. Ahora, se ven hasta por 650 sin estar en pleno Centro y se alquilan en unos días.

Según la última encuesta continua de hogares publicada por el Instituto Nacional de Estadística, el número de hogares aragoneses que viven en pisos de menos de 46 metros cuadrados se ha incrementado un 52% en los últimos dos años, hasta superar la cifra de los 16.000. También han aumentado las viviendas de entre 46 y 75 metros cuadrados. Desde 2015, el número de hogares que ocupan pisos o casas de estas dimensiones se ha incrementado más de un 22%. Y no se trata de que haya aumentado, en general, el número de hogares en Aragón, sino todo lo contrario. Y es que al mismo tiempo han caído de forma importante los que ocupan viviendas de entre 76 y 105 metros cuadrados de superficie útil (en torno a 43.700 menos en dos años) y de entre 106 y 150 metros cuadrados (9.500 hogares menos).

Coincide que además, según esta misma encuesta, la mitad de los minipisos están ocupados por gente que vive de alquiler y es de esperar que vaya a más. Y es que, del último informe de Tendencias del Sector Inmobiliario elaborado por la Sociedad de Tasación que analizaba la evolución del mercado del alquiler y el riesgo inmobiliario en España a nivel provincial se extraía que la rentabilidad media del alquiler ha protagonizado un crecimiento del 7,6% en el último año, lo que incrementa el atractivo de la compra de activos del mercado residencial para destinar al arrendamiento en muchas de las provincias españolas. En Zaragoza capital, la rentabilidad de un piso en propiedad destinado al alquiler estaba, durante el segundo trimestre de este año, en el 6%, según los datos extraídos por la empresa especializada en big data inmobiliario Urban Data Analytics.