El anciano que dejó un piso en Zaragoza y 1,7 millones a su cuidadora está cuerdo y no fue engañado

La Audiencia de Zaragoza no halla pruebas de que la mujer y su pareja manipularan al jubilado para obligarle a cambiar su testamento. El hombre, que no tiene familia y precisa ayuda para su vida diaria, solo tiene palabras de agradecimiento para los acusados, ahora absueltos.

Los acusados, durante el juicio celebrado el pasado mes de septiembre en la Audiencia de Zaragoza.
Los acusados, durante el juicio celebrado el pasado mes de septiembre en la Audiencia de Zaragoza.
José Miguel Marco

La Audiencia de Zaragoza ha decidido absolver de un delito continuado de estafa a Anca M. V., la mujer para la que la Fiscalía pidió dos años de prisión acusándola de manipular al anciano al que cuidaba para que le dejara en herencia todo su patrimonio: un piso en Zaragoza y más de 1,7 millones de euros -inicialmente se hablaba de 2,4- en valores, fondos de inversión, planes de pensiones y cuentas corrientes.

Por estos mismos hechos el ministerio público sentó también en el banquillo al compañero sentimental de la encausada, Víctor V., que también ha sido exonerado al concluir el tribunal que la pareja ni engañó ni pergeñó ningún plan torticero para aprovecharse del jubilado.

El hombre, que no tiene familia, padece una enfermedad muscular que le hace mover de forma continua la cabeza. A primera vista, este reflejo puede llevar a pensar a quien no lo conoce que arrastra algún problema de salud mental. Sin embargo, la sentencia deja claro que Eleuterio –nombre del anciano– tan solo padece un trastorno cognitivo leve, que "se corresponde sencillamente a la edad de esta persona y no a ninguna clase de patología mental específica".

Durante el juicio celebrado el pasado 18 de septiembre en la Audiencia Provincial, comparecieron numerosos médicos y psicólogos. Todos ellos coincidieron en que el anciano presenta un "leve deterioro cognitivo", pero discreparon bastante respecto a las consecuencias. Para los forenses del Instituto de Medicina Legal de Aragón (IMLA), este deterioro propio del envejecimiento así como las condiciones de "aislamiento" en que vive "le hacen vulnerable a la manipulación".

La Fiscalía se apoyó precisamente en la valoración de estos profesionales para concluir que los acusados se aprovecharon de Eleuterio: no solo para hacerle cambiar su testamento y le dejara todos sus bienes a Anca M. V., sino también para que concediera a esta un préstamo personal de 86.000 euros (a devolver en 17 años sin intereses).

Su estado mental es "normal"

Pero en el juicio no solo comparecieron los forenses. También lo hizo el psiquiatra Vicente Rubio Larrosa, quien tras examinar a Eleuterio llegó a la conclusión de que "su patología de distonía laríngea no repercute en su estado mental", que sitúa dentro de la "normalidad". En los mismos términos se expresó el también psiquiatra José Luis González Torrecilla, quien no ha encontrado "ninguna limitación" en la capacidad de consciencia y voluntad del jubilado.

Las defensas, a cargo de los letrados Ramón Campos y José Manuel Marraco, siempre habían mantenido que Eleuterio era plenamente consciente de lo que hacía.De ahí que en sus respectivos informes destacaran las conclusiones de los peritos Rubio y González.

A la hora de pronunciarse, los magistrados de la Sección Primera han tenido también en cuenta el testimonio de los tres notarios que tramitaron los cambios de testamento del anciano y que aseguraron que tenía "la capacidad legal necesaria". Y del análisis global de toda la prueba, la sala deduce que Eleuterio actuó "sin limitaciones relevantes de sus facultades intelectuales y volitivas, actuando, por ello, con libertad". Por ello, no solo absuelve a los encausados sino que da plena validez al último testamento del anciano en favor de su cuidadora.

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