'Capotes Patato', más de 70 años de tradición taurina en Las Fuentes

En el corazón del zaragozano barrio se encuentra, desde hace 25 años, la sastrería de Eduardo Burgos.

Eduardo Burgos, empresario navarro –nacido en Cascante- aterrizó en Zaragoza hace 25 años, tiempo que lleva en activo ‘Capotes Patato’. Se trata de uno de los pocos talleres tradicionales de este tipo de productos taurinos que perduran en España, al menos, como explica el sastre, una decena.

Bajo el lema ‘Te echamos un capote’, Burgos pelea contra viento y marea, casi a diario, por mantener un oficio del que hoy representa nada más y nada menos que la tercera generación de su saga familiar. Acceder a su taller, sito en la calle Doctor Iranzo del zaragozano barrio de Las Fuentes, traslada al invitado tiempo atrás, cuando ni siquiera existía la corriente eléctrica.

En su interior, sobre una enorme mesa de corte reposan varios retales de tela de diferentes colores, unas enormes tijeras de sastre de metal y una plancha de esas de hierro forjado que hoy se han vuelto objeto de deseo de numerosos coleccionistas. Un metro y tres máquinas de coser a pedal completan su ‘kit’ básico de trabajo diario.

En su sastrería de trastos taurinos, como él la denomina, fabrica y confecciona capotes y muletas de torero, tanto para profesionales como para aficionados, así como todo tipo de complementos taurinos, como estoques simulados o banderillas. “Provengo del mundo de la confección, un sector muy competitivo y muy complicado desde hace unos años por la entrada de países como China e India en el mercado textil”, explica Burgos.

Esto solo era una pequeña parte de la producción familiar que se llevaba a cabo en Navarra desde hace más de 70 años. En este caso, fue su pasión por el mundo taurino el que le llevó a especializarse: “es un producto sencillo ya que no funciona por colecciones como el resto de la moda. Es siempre lo mismo. Lo que cambia son los tamaños, los contrapesos o los colores”.

Actualmente, Burgos asegura que fabrica en torno a 1.000 capotes al año. “Hace 15 vendíamos entre 3.500 y 5.000”, señala. “Estamos atravesando un momento tremendamente complicado para el mundo taurino a causa de la falta de criterio que existe en la sociedad”, añade el sastre, quien opina que, lejos de gustos y apetencias, la clave está en el respeto: “Al que le guste que vaya a los toros, y al que no, no”.

Sin embargo, y a pesar de la paulatina caída de las ventas, el empresario asegura que las corridas de toros “jamás llegarán a desaparecer”. “Creo que puede llegar a convertirse en algo más representativo, como ocurre en Francia, pero que se seguirán llenando las plazas de toros de primera”, asegura.

En la actualidad, los capotes aragoneses viajan por toda España –sobre todo de Madrid hacia Andalucía- así como a Francia y Portugal, y, en menor medida, México, Perú, Ecuador o lugares menos habituales como Londres o Nueva York. “En una ocasión me pidieron que enviara un par de capotes a un restaurante de Estados Unidos como elemento decorativo, y varios ejemplares para un reportaje en una conocida revista de moda”, recuerda.

Cada capote consta de unas 30 piezas que se van ensamblando, en el caso de Burgos, de manera totalmente tradicional. Cada capote suele llevarme unas cinco horas, y tiene sus medidas estandarizadas, por lo que puedo almacenar un pequeño stock en tienda”, afirma el sastre. En cuanto a los precios, estas piezas pueden costar entre 100 y 300 euros en el caso de los capotes y entre 100 y 180 las muletas.

Sin duda, una de las cosas más sorprendentes de estas piezas es su peso, que oscila entre los tres y los cinco kilos y medio. Por otro lado, lejos de la leyenda urbana del capote rojo de toda la vida, asegura que los colores más habituales son, para la parte trasera de color oro u amarillo, y la delantera, que puede ser rosa, azul, nazareno o verde.

Falsos mitos: el color rojo

“La leyenda del color rojo es en realidad es una tontería porque el toro es incapaz de distinguir los colores, tan solo sigue el movimiento”, advierte. Por otro lado, asegura que, en la actualidad, internet le ha permitido mantener su negocio abierto, ya que hoy supone el 50% de sus ventas anuales. “Hace 20 años fuimos pioneros, y nos convertimos en la primera tienda ‘on line’ de este ámbito”, asevera.

Además de numerosas estrellas del toreo en nuestro país, Burgos atesora numerosas fotografías de algunos de sus clientes más sorprendentes e inolvidables, como un astronauta de la Nasa (FOTO), el Papa o la Virgen del Pilar, entre otros.

Pero ¿cuál es el secreto para confeccionar un buen capote? En palabras de Burgos, la pasión y el cariño por todo lo que haces. “Y, sobre todo, tener suficiente como para no tener que vivir de ello, porque ahora mismo es complicado”, admite.

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