Los familiares de enfermos de alzhéimer no ven violencia de género en el doble crimen de Zaragoza

La presidenta de las asociaciones de familias con esta enfermedad, Rosa María Cantabrana, considera que el doble crimen de Zaragoza es "un caso de lo que los expertos llaman suicidio compasivo o por extensión".

El crimen cometido ayer tuvo lugar en una vivienda de la calle Viñedo Viejo de Zaragoza.
El crimen cometido ayer tuvo lugar en una vivienda de la calle Viñedo Viejo de Zaragoza.
José Miguel Marco

El doble crimen cometido este jueves en el zaragozano barrio de Casablanca por Luis Lasala, un médico de familia jubilado que se suicidó después de matar a su esposa y a su madre, ha consternado a la sociedad aragonesa y ha provocado opiniones encontradas sobre la procedencia de calificar o no estos hechos como violencia machista.

Fuentes del entorno de Luis Lasala, de 67 años, explicaron este jueves que padecía depresión desde hacía un tiempo. Al parecer, el hombre había caído enfermo desde que a su mujer, de 68 años, le diagnosticaron alzhéimer y se tuvo que hacer cargo de sus cuidados. Además, tenía a su cargo a su madre, de 92 años; a su hermano, que permanece ingresado desde hace años en un centro especializado porque sufrió un accidente de montaña que lo dejó tetrapléjico y con daños cerebrales; y a dos primas que también estaban enfermas y no tenían más familia.

Esta situación ha hecho que muchos se resistan a calificar los hechos como un crimen machista. Es el caso de la Confederación Española de Alzhéimer, que este viernes ha enviado un comunicado "urgente" para hacer una "llamamiento a la prudencia" a la hora de juzgar o calificar estos hechos "bajo el cajón de sastre de violencia de género".

"Es importante conocer cada situación, cómo el cuidador se enfrenta a la atención de su ser querido, cómo la falta de recursos -públicos o privados- o cómo la falta de apoyo -familiar o social-, conducen a estas personas a la desesperación e impotencia de ver cómo su ser querido se va apagando sin que pueda hacer nada por remediarlo", valora el comunicado remitido por la confederación.

"No se trata, en ningún caso, de justificar este tipo de actos, ninguna muerte violenta puede ser justificada, pero sí hay que defender que casos como el que nos ocupa, de personas que conviven con el Alzheimer que, desgraciadamente no es el único, no deberían engrosar las estadísticas de violencia de género", añaden desde la confederación.

Suicidio compasivo o por extensión

En la misma línea se ha manifestado Rosa María Cantabrana Alutiz, presidenta de la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzhéimer de Zaragoza (Afedaz) y, también, actual presidenta de la confederación española de familiares de enfermos de esta enfermedad degenerativa, en declaraciones a HERALDO. “Consideramos que es un caso de lo que los expertos llaman suicidio compasivo o por extensión. En ningún caso lo tratamos como violencia machista”, ha indicado.

Calificando los hechos como violencia machista, ha abundado Cantabrana, “se está añadiendo un dolor innecesario a la familia”. “Antes de estigmatizar estos hechos hay que recabar información sobre los hechos y ser prudentes”, ha añadido.

“Los cuidadores de personas enfermas adquieren un compromiso emocional muy difícil de sobrellevar y muchas veces se ven afectados por la desesperación, la tristeza...”, ha valorado la presidenta de Afedaz. En este sentido, Cantabrana ha señalado que es necesario sacar adelante el Plan Nacional de Alzhéimer, que ha asegurado que está en la agenda del actual Ministerio de Sanidad, que se ha mostrado “sensible” con esta problemática. Este plan mejoraría la situación actual de los cuidadores.

El mal de Alzheimer, inciden los familiares enfermos, "afecta por igual al binomio que conforma el paciente y su cuidador familiar", por lo que consideran esencial que los sistemas públicos sociosanitarios "deben ser conscientes de ello, pero también el conjunto de la sociedad ha de tomar conciencia". "La Confederación Española de Alzheimer insta a generar conciencia social a todos los niveles para impulsar ese necesario abordaje integral del Alzheimer dentro de un Plan Nacional específico que impida que estos hechos vuelvan a repetirse. Y si desgraciadamente vuelven a ocurrir que no se identifiquen como violencia de género, porque no lo son", concluye el comunicado.

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