Quejas por la suciedad que causa la rehabilitación del Mercado Central

Ante las denuncias vecinales y del PP, el gobierno asegura que se ponen "todos los medios físicos" para evitar molestias.

Interior del Mercado Central, con las lonas que se han instalado para evitar que salga el polvo.
Interior del Mercado Central, con las lonas que se han instalado para evitar que salga el polvo.
Heraldo

Los vecinos del entorno del Mercado Central tienen que enfrentarse estos días al ruido y el polvo en suspensión que están generando las obras de rehabilitación. La limpieza de la estructura interior del histórico edificio, dentro del proceso de reforma del mismo, provoca que salgan al exterior pequeños restos metálicos que incluso se hacen visibles sobre la acera, en la calzada y en los balcones de los edificios cercanos.

Los residentes y comerciantes del entorno han pedido al Ayuntamiento que trate de minimizar las afecciones, una queja que recogió ayer el grupo municipal del PP. Su concejal Ángel Lorén dijo que el edificio "se debería precintar" para que los residuos "no invadan la ciudad". Por su parte, el equipo de gobierno respondió que se están poniendo "todos los medios físicos para evitar que el escaso polvo que sale se escape del centro de trabajo".

Antonio Gayarre, vecino de la ciudad, explica que hay residentes que han sacado restos metálicos de las plantas de sus balcones "con un imán". "Los bares no pueden tener a los clientes en las terrazas y el suelo está lleno de pequeñas partículas", apunta Gayarre.

El edil popular Ángel Lorén opinó que las lonas de protección que se han instalado "son completamente insuficientes". Dejó claro que el PP apoya el proyecto de reforma del Mercado Central, pero aseguró que su ejecución es "lamentable". Dijo que la sustancia que sale del interior del edificio "no puede ser buena" y lamentó que los vecinos del entorno "no puedan ventilar sus casas por las mañanas". Lorén sentenció que el concejal de Urbanismo, Pablo Muñoz, "en lugar de estar en su despacho teniendo ocurrencias, como cerrar la calle Don Jaime I, debería estar aquí y ver cómo se ejecuta la obra".

El gobierno municipal explicó que la sustancia que se puede ver en la calle "es polvo del acumulado en las partes altas de la estructura, que se levanta en el momento de recibir el chorro de aire de las máquinas" que trabajan en el decapado de la estructura. "Se está chorreando con granalla metálica, que es totalmente inerte e inocua y no lleva polvo", añadieron fuentes municipales. Aunque admitieron que "alguna partícula puede salir al exterior", destacaron que se han instalado "lonas" y que también se humedece el suelo cuando se trabaja en la parte baja. También señalaron que la principal incidencia se produjo el pasado día 12, cuando la tormenta arrancó las lonas.

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