"Cada día de cierre son más pérdidas"

Tras dos décadas cerrado, el quiosco del parque del Tío Jorge volvió a abrir sus puertas hace cinco años de la mano de Lorena Fernández, pero este 2018 está siendo "con diferencia, el peor, horrible". No lo dice porque le falte clientela, ya que cada vez tiene más afluencia, sino porque cuando este jueves se reabra al público este pulmón verde de la margen izquierda habrá pasado once días sin poder atender su negocio.

"Es un bar que está funcionando muy bien, con clientes no solo del barrio, también de San Pablo, del Actur...", explica. Por eso lamenta el cierre decretado por el Ayuntamiento de Zaragoza para evaluar el estado de cada uno de los árboles del parque, después de que una fuerte tormenta derribara una veintena el pasado 12 de agosto. "Tienen que reformar el parque, mejorar la iluminación, hacer el tanque de tormentas y cambiar lo que sea necesario, pero voy a pedir compensaciones porque no es la primera vez que pasa", advierte.

Fernández recuerda, por ejemplo, que ya tuvo que cerrar otros once días en invierno cuando el parque se inundó por las lluvias y se canceló –incluso– la tradicional Cincomarzada. Entonces ya se inspeccionó el recinto, como también se hizo para el 27 de mayo, fecha señalada para retomar esta celebración. Sin embargo, de nuevo, las precipitaciones obligaron a suspenderla.

Fernández comenta que ha tenido que tirar a la basura "mucho producto fresco que no podía congelar", y que en el negocio trabajan hasta cinco personas que estos días están de brazos cruzados. Por eso, confía en que esta situación "no se vuelva a repetir".