Zaragoza acoge a nicaragüenses que huyen de la represión de Daniel Ortega

Zaragoza es la ciudad española en la que viven más nicaragüenses. La violencia en Nicaragua está fomentando el aumento de la emigración.

Amigos nicaragüenses y zaragozanos en Zaragoza.
Amigos nicaragüenses y zaragozanos en Zaragoza.
P. F.

Nicaragua ha sido históricamente un país emigrante. Cada familia tiene alguien fuera, sobre todo en Costa Rica, EE.UU. y España. El conflicto que vive el país desde el pasado mes de abril (con revueltas populares y una dura represión del Gobierno de Daniel Ortega) ha intensificado la marcha de nicaragüenses. Zaragoza, la ciudad de España en la que viven más nicaragüenses, está recibiendo a muchos de estos 'nicas' que huyen por miedo a la represión y por la paralización del país.

"La gente que puede se está yendo de Nicaragua. Las filas en la oficina de inmigración de Managua son kilométricas. Costa Rica está abriendo sus puertas y ofreciendo asilo político. Y muchos venimos a España por los lazos que tenemos aquí", cuenta Jacqueline Guido, nicaragüense de 35 años, de León, que llegó a Zaragoza hace una semana. Ella vino con una carta de invitación de un conocido y ahora está en Zaragoza con sus dos hijas de 7 y 17 años. Otros nicaragüenses tienen que contratar caros paquetes turísticos para poder salir del país y venir a España.

Jacqueline tenía dos tiendas de artesanía con un socio en las ciudades de Granada y León. "Tuvimos que cerrar la tienda de Granada y mantenemos la de León pero sin ganancias. Yo me quité el sueldo. El turismo, que era motor del país, cayó brutalmente. Todo ha cambiado desde abril. El Gobierno persigue y machaca a los campesinos, los estudiantes, las mujeres y todos los que protestan contra su régimen brutal y dictatorial. Incluso persigue a los representantes que se sentaban en la mesa de negociación, como el líder campesino Merardo Mairena, detenido hace unos días en el aeropuerto de Managua cuando iba a viajar a EE.UU. a una reunión. Está encarcelado e incomunicado. Le imputan delitos penados con 15 o 20 años de cárcel por una ley antiterrorista que acaban de aprobar para perseguir a los opositores. El Estado de Nicaragua viola los derechos humanos y las personas están en total desamparo", afirma Jacqueline, activista feminista. En Zaragoza tiene amigos nicaragüenses y zaragozanos que la han acogido. De momento no puede ni quiere volver.

Cerca de 400 muertos desde abril

Las primeras protestas estallaron en Nicaragua el 18 de abril contra la reforma de la seguridad social que pretendía aprobar Ortega (fue la causa que prendió la mecha, aunque el descontento social viene de muy atrás). El Gobierno respondió con una dura represión y la escalada de violencia no ha parado desde entonces. Organismos internacionales como la Organización de Estados Americanos (OEA), la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Amnistía Internacional o el Alto comisionado para los Derechos Humanos de Naciones Unidas han condenado públicamente al gobierno de Daniel Ortega. No hay cifras exactas del número de víctimas. La Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos denuncia cerca de 400 muertos y 2.500 heridos desde abril, y más de 750 secuestrados en un solo día (esta misma semana).

"Todas las vidas cambiaron de un día para otro, desde la del dueño de un hotel hasta la de la señora que vendía frescos en la calle. Se ha paralizado la vida económica, el turismo, no hay clases en la universidad. Cuando estalló todo muchas embajadas sacaron a sus ciudadanos. Nos quedamos pocos extranjeros", cuenta María Terol, educadora zaragozana de 25 años, voluntaria de la ONG Hermanamiento León-Zaragoza.

María y otra voluntaria zaragozana, Sofía Alcrudo, se fueron inicialmente unos días a El Salvador y luego decidieron regresar a León. "En la comunidad rural la situación estaba más calmada y quisimos apoyar a los 'chavalos' y los profesores con juegos y otras actividades. En los últimos meses se ha multiplicado la corrupción y la violencia. Y, a la vez, las redes de cuidados y la solidaridad se han reforzado mucho", afirma. Las dos regresaron a Zaragoza hace tres semanas. "Ahora queremos visibilizar lo que está pasando. Queremos ayudar desde aquí a los que vienen y a los que se han quedado", subraya.

Comunidad 'nica' en Zaragoza

Zaragoza es, junto con Bilbao, la ciudad española que acoge a más inmigrantes nicaragüenses, por delante de Madrid, Barcelona o Valencia. El censo oficial es de 5.500 nicaragüenses empadronados (datos de 2017), aunque contando a los nacionalizados españoles y a los que han llegado en los últimos meses serán muchos más.

Scarlett Castillo, originaria de Chinandega, es una de las veteranas. "Me fui en 2006, cuando nació mi hija mayor. Quería que ella se criara en un país más estable. Mi madre había tenido que emigrar a Costa Rica a trabajar cuando yo era pequeña. Vine a Zaragoza porque aquí tenía conocidos que habían salido antes. En Zaragoza vivimos muchos nicas del oeste del país (León, Chinandega) y los del norte han ido sobre todo a Bilbao", afirma esta mujer de 31 años y madre de dos hijas, de 9 y 11. Tiene una empresa de mensajería con Nicaragua, que también se ha visto afectada por la situación política de los últimos meses.

Erick Narváez, leonés de 27 años, lleva dos viviendo en Zaragoza. "Vine por trabajo porque allá no tenía muchas oportunidades. Soy coordinador de artes escénicas y gestor cultural. Hago de todo: imparto talleres, organizo encuentros, etc. No gano mucho pero vivo feliz. Ahora sigo con mucha tristeza e indignación lo que está pasando en Nicaragua", asegura. Ha recibido amenazas por Facebook por criticar a Daniel Ortega. Está creando una asociación sociocultural (Guardabarrancos) para organizar eventos y recaudar fondos para Nicaragua. La próxima cita será un concierto de la nicaragüense Katia Cardenal en el centro cívico de La Almozara el próximo 8 de septiembre.

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