Una familia se sienta en el banquillo acusada de vaciar las cuentas de una tía nonagenaria

En poco tiempo se sacaron 437.000 euros de los bancos de anciana, pero los imputados afirman que ellos no tienen el dinero.

Los tres acusados, este martes en la Audiencia Provincial de Zaragoza.
Los tres acusados, este martes en la Audiencia Provincial de Zaragoza.
José Miguel Marco

Una familia zaragozana ha sido juzgada este miércoles en la Audiencia Provincial acusada de apropiarse indebidamente de 437.000 euros de una tía segunda con la que mantenían muy buena relación hasta que se truncó precisamente por asuntos monetarios. Ellos niegan que se quedaran con su dinero, pero la fiscal y la acusación particular, ejercida en nombre de otro sobrino que vive en Valladolid, solicitan cinco años de cárcel por delitos de apropiación indebida y blanqueo de capitales. La defensa, por su parte, pide la absolución.

Milagros A., sobrina de la finada, ha declarado que su relación con su tía Pilar L., fallecida con 94 años, fue buena durante "toda la vida", y que "muchos inviernos", después de que la mujer se quedara viuda, los pasaba en su casa hasta que ingresó en una residencia. Desde entonces, la visitaban tres o cuatro veces por semana y estaban pendientes de ella. Pero en lo atinente a su economía, no le hacía falta nadie, según su sobrina.

"Mi tía era muy independiente y las cuentas siempre las gestionó ella", ha manifestado. A pesar de ello, la anciana había dado poderes tanto a Milagros A. como su marido, Alberto M., para disponer de ellas si era preciso. "Yo saqué una vez 20.000 euros pero fue porque me lo pidió y se los di", ha declarado la acusada. La confianza en la sobrina era tal que en un testamento la nombró heredera universal. Sin embargo, ese sentimiento se quebró cuando Alberto M. sacó un plazo fijo de 200.000 euros que la mujer tenía, y no le sentó bien. Como su mujer, el encausado también ha dicho que lo hizo porque Pilar L. se lo indicó, y que el dinero se lo puso en otra cuenta.

Las acusaciones han preguntado a ambos y a su hija Milagros M. sobre 19 extracciones con tarjeta en cajeros que se hicieron durante 19 días consecutivos, después de que la nonagenaria saliera del hospital tras haber sufrido un accidente cerebro-vascular, su salud empeoró y necesitaba silla de ruedas para andar. Los tres han afirmado que fue la propia Pilar L. la que sacó el dinero y que ellos no saben donde está. También ignoran el paradero de otros 200.000 euros que fueron extraídos de sus cuentas.

Fue el sobrino residente en Valladolid el que, informado por su tía de que la habían "traicionado" y que se hicieron esas extracciones cuanto menos "inusuales" en el cajero, comunicó al Ministerio Fiscal la necesidad de incapacitar a la nonagenaria. Cuando los Servicios Sociales del Gobierno de Aragón empezaron a estudiar el caso, descubrieron que del saldo superior a 430.000 del que disponía solo quedaban 7.000 euros. "En la entrevista nos dijeron que eran los herederos universales de su tía y, no lo dijeron explícitamente, pero insinuaron que sacaban el dinero antes para no tener que pagar el impuesto de sociedades", ha contado una funcionaria. Al fallecer, la familia descubrió que su tía había hecho otros cinco testamentos y dejaba a su sobrina el 50% de sus bienes.

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