El Ayuntamiento retirará del Ebro los restos de los embarcaderos de la Expo y del Náutico

La CHE requiere la eliminación de los elementos en desuso porque afectan a las corrientes del río. De esta forma, se descartaría que el Ebro vuelva a tener navegación turística.

Los restos del embarcadero del Náutico se eliminarán en los próximos meses
Los restos del embarcadero del Náutico se eliminarán en los próximos meses
Oliver Duch

Los barcos turísticos del Ebro no volverán a navegar por sus aguas, ni a corto ni a medio plazo. El Ayuntamiento de Zaragoza va a proceder a retirar los restos de los embarcaderos que están en el río, concretamente, los de las zonas de la Expo y el Náutico. Esta medida se ha tomado tras dos requerimientos de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), que ha instado a extraerlos en caso de que el Consistorio no quiera utilizarlos.

"Vamos a retirar infraestructuras del Ebro que hoy están sin uso y que se encuentran en el cauce fluvial. Es necesario hacerlo, ya que estas estructuras tienen perjuicios para la vida del río y en previsión de posibles crecidas o inundaciones". Así lo afirmó ayer Teresa Artigas, concejala de Medio Ambiente y Movilidad. Entre estas infraestructuras se encontrarían los restos de los embarcaderos del Náutico y de la Expo, por lo tanto, esto echaría por tierra la opción de que el turismo fluvial volviera a las aguas del Ebro.

Esta propuesta de ocio, que nació con la muestra internacional en 2008, hace tres años que se encuentra suspendida por la decisión de ZEC de no dragar el río. Sin estos trabajos, el canal de navegación que se excavó para permitir el paso de los barcos acumula obstáculos y no es seguro para los pasajeros. La idea de instalar barcos turísticos en el Ebro acabó siendo un fracaso económico para las empresas que lo gestionaron y recibió duras críticas por el impacto medioambiental que suponía para sus aguas.

"Era un modelo de embarcaciones completamente insostenible, que no estaba adaptado a las características del río. Desde que se dejó de dragar el Ebro ya no se utilizaban los embarcaderos", detalló la concejala, que añadió que es un "sinsentido" que continúen en el río. En esta misma línea, subrayó que desde el Consistorio están estudiando qué es lo que habría que hacer para retirar estas piezas, ya que la CHE ha pedido que se haga "en la época de estiaje", con el caudal bajo. Esta decisión no repercutirá en la práctica de deportes acuáticos como el remo o el piragüismo que se desarrollan habitualmente en el río Ebro, ya que estos profesionales no precisan de dichas infraestructuras.

No obstante, las huellas de los embarcaderos no serán lo único que desaparezca en los próximos meses. Según informaron fuentes municipales, ya se han quitado unos carteles que se encontraban en la zona de la Expo y una valla del entorno del pabellón Puente. Asimismo, se procederá a la retirada de unas boyas denominadas ‘duque de Alba’ que están a la altura del puente de Piedra.

Una actuación ordinaria

Por su parte, fuentes de la CHE confirmaron que ha habido dos requerimientos de esta institución al Ayuntamiento, titular de las infraestructuras. El primero fue de consulta, para interesarse por lo que se iba a hacer con estos elementos de navegación y su futuro; y el segundo para pedir su retirada en caso de desuso, ya que producen "afecciones en las corrientes del río".

Cualquier instalación que se encuentre en estas aguas tiene que tener la autorización de la Confederación. Al acabarse el plazo de concesión –que también puede prorrogarse– el organismo de la cuenca comienza con este procedimiento ordinario. Es el titular el que decide finalmente qué quiere hacer con estos elementos.

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