Más de 5.500 vecinos del Actur estrenan la prueba piloto de recogida de basura orgánica

La recogida selectiva de residuos orgánicos ya es una realidad en Zaragoza. La primera prueba piloto para reciclar este tipo de deshechos y convertirlos posteriormente en compost se pone en marcha esta noche en el Actur, el distrito elegido para comprobar su aplicación. De momento, más de 5.500 vecinos del barrio se han hecho con la llave que permite abrir el denominado quinto contenedor, de color marrón, según los datos facilitados por el Ayuntamiento, donde califican esta respuesta como un "éxito".

Sin embargo, esta iniciativa está dirigida inicialmente a 17.000 hogares –unos 50.000 residentes–, por lo que todavía queda un amplio margen para sumar adeptos a este nuevo reciclaje. Por ello, el Consistorio mantendrá los dos puntos de información instalados en la puerta principal del centro comercial Gran Casa y de Carrefour. Estarán abiertos hasta el 28 de julio y entre el 4 y el 15 de septiembre, en horario de 9.00 a 14.00 y de 16.00 a 20.00 de lunes a viernes, y de 9.30 a 14.30 los sábados.

La idea es que se implique el mayor número de vecinos posible del eje de Gómez de Avellaneda y María Zambrano, entre las calles de José Atarés, Valle de Broto, avenida de los Pirineos y la Z-40 –quedan fuera de la prueba Kasán y Parque Goya–. Pero también se busca la participación de los grandes generadores de residuos en la zona, como bares, restaurantes, supermercados... Dos agentes comunitarios hablarán con los propietarios y trabajadores de estos negocios sobre el quinto contenedor para que lo utilicen de manera adecuada.

‘Biorresiduos’

En concreto, en los 128 nuevos depósitos de 2.200 litros de capacidad que ha instalado el Consistorio en el Actur hay que arrojar ‘biorresiduos’, es decir, restos de comida, de plantas, bolsas de infusiones y posos de café con los que habitualmente se fabrica abono. La materia orgánica supone el 40% de los desechos totales.

La frecuencia de recogida será diaria y el único pero a este sistema es que la experiencia es voluntaria y, por tanto, el reciclaje depende de la concienciación de los vecinos. Eso sí, entre los residuos que se recogen apenas hay impurezas y el abono que se elabora con los restos es de alta calidad. Este material servirá para fertilizar la huerta de la capital aragonesa y además, supondrá un ahorro para el erario dado que se llevarán menos toneladas de basura (en torno al 30% menos) al Centro de Tratamiento de Residuos de Zaragoza (Ctruz).

Nuevos procesos

Precisamente en dicho vertedero se va a poner en marcha un novedoso sistema de creación de ‘compost’ biológico, denominado Urbabox, con el objetivo de poder hacer frente al tratamiento de toda la materia orgánica reciclada en la ciudad a partir del año 2020. Esta innovación costará 275.000 euros, cuenta con un plazo de ejecución de tres meses y será asumida por la concesionaria del servicio, Urbaser y UTE Ebro.

Actualmente el vertedero de Torrecilla puede hacer frente a la materia orgánica que se enviará con las pruebas de recogida selectiva que comienzan ahora. Sin embargo, el objetivo es que toda la ciudad recicle estos desechos dentro de dos años, por lo que hace falta esta tecnología.

Otro sistema por portales y obligatorio para el eje de Gran Vía

La prueba que este domingo comienza en el Actur para reciclar los residuos orgánicos no será la única que se hará en la ciudad. A partir de otoño, el Ayuntamiento de Zaragoza implantará un modelo diferente en el eje de Gran Vía, el de recogida puerta a puerta. Este sistema se basa en depositar el residuo en cubos que se guardan en los portales (los mismos que hasta ahora) y se sacan a la calle por la noche.

En este caso, la adhesión de vecinos a la prueba será obligatoria y está previsto que la recogida se lleve a cabo los lunes, miércoles, viernes y domingo. La última semana de agosto se enviarán cartas a los hogares y en septiembre se pondrán puntos informativos fijos y móviles.

En principio, la prueba piloto de la recogida puerta a puerta se aplicará en unas 1.600 comunidades de vecinos ubicadas entre Franco y López, Corona de Aragón, San Juan de la Cruz, Martín Ruizanglada, Gran Vía, paseo de Pamplona, Hernán Cortés, paseo Teruel, calle de Santander y Duquesa Villahermosa. El motivo es que así no varían las rutas de recogida de basuras de FCC, por lo que el coste no aumenta.

En cambio, la prueba del Actur conlleva un coste de 457.830 euros para las arcas municipales: 136.676 corresponden a la instalación de nuevos contenedores y 321.153 a la ejecución material.

La intención del área de Servicios Públicos que dirige el concejal de ZEC Alberto Cubero es que en 2019 se desarrolle la ampliación de este nuevo reciclaje al resto de la capital aragonesa, con el objetivo de que todos los barrios empiecen a separar los restos de alimentos en 2020. El vertedero ya se está renovando para asumir los nuevos residuos.