Lleno de mochileros en Zaragoza por los Sanfermines

Las fiestas de San Fermín llenan estos días los establecimientos hoteleros de Pamplona... y también alguno de Zaragoza. Como el Albergue de la calle Predicadores, destino preferente de mochileros, que este fin de semana está a tope con motivo de las fiestas de Pamplona. Desde hace unos años, muchos viajeros hacen parada en Zaragoza antes o después de San Fermín. Y crece la opción de los que dejan la mochila en esta posada de Zaragoza mientras se van de fiesta a Pamplona. El Albergue de Zaragoza guarda más de 300 mochilas de viajeros que se van a celebrar los Sanfermines.

"Las fiestas del Pilar y las de San Fermín son nuestros momentos de máxima ocupación. Cada año viene más gente por Sanfermines, sobre todo americanos y canadienses. Normalmente pasan un par de días de fiesta en Pamplona, y luego vienen dos o tres a Zaragoza a recuperarse y hacer turismo. Les ofrecemos guardarles aquí la mochila y es un servicio que utilizan mucho", explica José Juste, el director del Albergue.

La llegada de mochileros a Zaragoza por San Fermín comenzó el miércoles y jueves de esta semana. El viernes el Albergue adelantó el horario de desayunos, porque muchos partían en autobús o tren a primera hora de la mañana para llegar a tiempo al Chupinazo. "Las fiestas de San Fermín tienen un eco universal y atraen a muchos extranjeros. Zaragoza está cerca y se beneficia de ello. Además, nuestra ciudad se está convirtiendo en parada para muchos mochileros que viajan por Europa. Muchos vienen de Barcelona y paran un par de días en Zaragoza antes de seguir a otras ciudades españolas, Francia, Italia u otros destinos", apunta José Juste.

Peregrinos y otros viajeros

El Albergue de Zaragoza abrió el mismo día que la Expo, hace poco más de diez años. El verano de 2008 fue muy exitoso, después bajó el número de visitantes y en los últimos años está volviendo a crecer. El 2017 recibió a 25.000 viajeros, el 75% de ellos extranjeros. La mayoría son jóvenes de entre 20 y 30 años, aunque también se hospeda gente mayor, peregrinos (es albergue del Camino de Santiago) y viajeros de perfil muy diverso. "Abril y mayo son los meses de las despedidas de soltero y el verano es la época de los mochileros de viaje por Europa", señala el director. El Albergue también tiene programación cultural todo el año, para huéspedes y zaragozanos.

A la espera de que vuelvan los de San Fermín, los pasillos del Albergue son estos días un ir y venir de gentes e historias diferentes. "He llegado a Zaragoza con el vuelo directo desde Munich y me voy a Irún a empezar ahí el Camino de Santiago del norte. Es la primera vez que vengo a Zaragoza y me ha sorprendido mucho", afirmaba este viernes Bastian, alemán de 28 años. "Voy a pasar dos semanas en Alcañiz con una amiga. He parado un día en Zaragoza y me ha gustado mucho. Tendré que volver a conocer mejor la ciudad", contaba Lisa, inglesa de 23.

"Vivo en Barcelona, soy italiana y buscaba una ciudad cercana para aprovechar dos días libres en el trabajo. De Zaragoza sabía poco antes de venir: la plaza del Pilar y que había tenido una Expo. Me parece una ciudad ideal para una escapada: es una ciudad accesible, en dos días se pueden ver muchas cosas, no es cara y se come bien. Me han gustado mucho las tapas", apuntaba Elisa, de 44 años, que trabaja en Booking.