Rosario Lázaro: "La gente de Villarreal es emprendedora y se mueve mucho"

Alcaldesa del municipio desde 2015 por el PSOE, entró en política municipal en 2007. Licenciada en Magisterio, forma parte del cuerpo técnico de la DGA por oposición.

La alcaldesa de Villarreal de Huerva, Rosario Lázaro, en el recinto amurallado de la localidad.
La alcaldesa de Villarreal de Huerva, Rosario Lázaro, en el recinto amurallado de la localidad.
Macipe

¿Qué le hizo optar a la alcaldía de Villarreal de Huerva?

Cuando entré a trabajar en la DGA vi que había muchos pueblos que se movían, pero que el mío no solicitaba cosas. Venía aquí y veía que no se avanzaba. Varias personas del municipio me pidieron que me metiera al Ayuntamiento porque veían que hacía falta un impulso y es verdad que tengo a mi marido, que me apoyó. Así, de 2007 a 2015 fui concejala y ya en esta etapa me ha tocado como alcaldesa, que ojalá pueda extenderse ocho años, que es para mí el tiempo adecuado. Además creo en el voluntariado, tengo esa necesidad de dar.

¿Hay alguna tarea que se haga en un Ayuntamiento y que no se valore?

Pienso que no, aquí se conoce. Cuando entré de concejal mi prioridad era la formación, pienso que la educación transforma y hace mejor a las personas. Se abrió un aula de adultos en colaboración con el centro de Daroca, para mayores, mujeres y migrantes. Y creo que todo eso sí se ha valorado.

Hay que poner esfuerzo…

Para mí, a nivel personal, es un esfuerzo muy grande. Pero estoy en política porque me gusta el servicio público, para ayudar a que las cosas mejoren, para dar una mayor calidad de vida y mejorar las posibilidades de la mujer. Y esto lo aprendí gracias a una maestra que tuve aquí, que me concienció de que tenía que estudiar.

¿Cómo han conseguido que haya más población que hace 20 años?

Nada sería posible si no se observa en conjunto. La gente de este pueblo es muy emprendedora y se está moviendo mucho. El papel de las granjas es fundamental y de ahí se deriva que la gente pueda quedarse. Además, las vías de comunicación son muy importantes, y por la A-23 en media hora estás en Zaragoza.

¿En qué se traduce eso?

En crear servicios y mejorar las condiciones de vida y sin comprometer la viabilidad del Ayuntamiento. Por ejemplo, valorar si hay que hacer un albergue o es mejor hacer casas, porque es verdad que la gente quiere vivir aquí, pero también, por la distribución de las granjas, pueden asentarse a lo largo de toda la zona. También me pidieron que si podía llegar el servicio de podología, y viene una vez al mes. Hay que crear servicios, pero demostrar que se puede hacer, que hacen una labor importante y que la Administración cumpla con su parte.

Y uno de esos servicios ha sido la escuela infantil.

Para mí, la escuela era un reto, porque hay muchos niños y es algo que los jóvenes que hay en el pueblo me pedían. Como Educación está trabajando mucho en la franja de 0 a 3 años pensé que era la oportunidad. Y tenemos una justificación, porque no solo es un sitio donde dejar a los niños y que los eduquen, sino que esas mujeres que no podían trabajar, puedan hacerlo y tengan su autonomía. Del Departamento de Educación solo puedo decir buenas palabras.

¿Los vecinos lo aprecian?

En general, creo que los vecinos están muy contentos y lo valoran.

Cuentan con una de las mayores tasas de inmigración de Aragón.

Muchos están comprando ya casas de antiguos vecinos que se marcharon con la emigración de los 60 y cuyos descendientes las venden. Por lo que hay mucha población que se está asentando aquí y veo que hay niños que se han criado en el pueblo, que han ido al IES de Daroca y que los padres se han quedado en el municipio. Es un lugar en el que se encuentran cómodos y participan en la vida diaria de la localidad, en las fiestas y mantienen también sus tradiciones.

¿Cuál es la situación del tren en Villarreal de Huerva?

Aunque no para todas las veces que queremos… alguna vez sí. Ahí estamos en una lucha continua para reclamar que se detenga alguno más, pero puedes ir a Zaragoza y volver. Creo que estando en la era de las tecnologías habría que encontrar una fórmula para que los trenes pudieran parar si hay demanda en la estación, un dispositivo que alerte de que hay alguien en el apeadero que quiere subir. He estado en otros puntos de Europa, porque por trabajo me ha tocado viajar mucho, y estando en Bélgica o en Francia, tengo celos porque a todos los sitios puedes ir en tren.

Están trabajando en la iglesia.

Se está restaurando con ayudas de Diputación Provincial, mediante un convenio en el que estamos también con el Obispado. Pero es un proceso largo.

Con vista al futuro, ¿se puede mejorar la situación actual?

Me gustaría seguir gestionando servicios, tener un pabellón en buenas condiciones. Tener allí un gimnasio para que lo usen lo vecinos de todas las edades y que en invierno no pasen frío. También me gustaría crear un centro de día para los mayores, pero no con la concepción tradicional. ¿Por qué no el pueblo en sí puede actuar como un centro de día? Quiero decir, que puedan darles de comer, cuidarles, sin que tengan que salir de su pueblo. Es solo una idea. En caso de que necesiten cuidados médicos es inevitable que tengan que ir a una residencia.

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