El Rey en Zaragoza

La visita de don Felipe a Zaragoza prestó este viernes solemnidad y cariño a las celebraciones de dos importantes empresas aragonesas. Y puso de nuevo al Rey en contacto directo con una Comunidad que aporta, desde su historia y su presente, cohesión y lealtad a España, en un momento político en el que se hace especialmente necesario buscar la unidad en defensa de los valores constitucionales.

Felipe VI en la celebración del octavo centenario de la Casa de Ganaderos.
Felipe VI en la celebración del octavo centenario de la Casa de Ganaderos.
Oliver Duch

En la segunda visita que realiza a Zaragoza en lo que va de año, Felipe VI quiso resaltar con su presencia el octavo centenario de la Casa de Ganaderos y la inauguración de la nueva factoría de Pikolin. Dos importantes empresas cuyas trayectoria y proyección hacia el futuro son ejemplo destacado de la mejor aportación aragonesa a la economía nacional. Casa de Ganaderos fue durante siglos, con sus privilegios, una de las columnas de la actividad productiva en Aragón, pero, llegado el momento, supo adaptarse a los tiempos y transformarse en una de las principales cooperativas ganaderas de la Comunidad. Pikolin, por su parte, sin dejar de ser una empresa familiar, ha conseguido una notable expansión que la ha convertido en una de las principales compañías europeas de su sector. El Rey destacó en sus palabras la importancia del campo y del sector agroalimentario, que conecta la tradición con las necesidades actuales, así como el esfuerzo de internacionalización realizado por la industria aragonesa. Aunque sus declaraciones dejaron de lado los problemas de la actualidad política, don Felipe, que almorzó en privado con el presidente Lambán, no dejó de afirmar su "reconocimiento y aprecio a esta noble tierra aragonesa que tanto aporta con sus valores y el compromiso de sus gentes a la historia de España".