El hombre que se atrincheró en un bar de Torrero, ingresado en la unidad psiquiátrica del Servet

Sergio L., de 43 años, fue desahuciado de otro negocio y de su casa hace un mes y está en tratamiento por depresión.

El bar 'La tasca de Torrero' permanecía ayer con la persiana bajada.
El bar La tasca de Torrero permanecía ayer con la persiana bajada.
Raquel Labodía

Sergio L. O., el vecino de Zaragoza de 43 años que en la madrugada del viernes se atrincheró en el bar que regenta en el número 85 de la avenida de América, permanece ingresado en la unidad psiquiátrica del Hospital Miguel Servet, según informó la Jefatura Superior de la Policía Nacional en Aragón, que le atribuye delitos de desórdenes públicos, amenazas y desobediencia.

El hombre está en tratamiento médico por depresión y cuando se produjeron los hechos había ingerido alcohol y cocaína, según las mismas fuentes, que añadieron que tiene problemas económicos y que la idea de atrincherarse en su negocio se le podría haber ocurrido el mismo jueves por la noche cuando vio en la televisión un programa que hablaba de los últimos casos de este tipo en Aragón, el más reciente ocurrido esta semana en La Almunia. Alentado por estos hechos o no, lo cierto es que Sergio L. O. llegó hacia las 23.30 a La Tasca de Torrero –bar que alquiló hace un mes, aproximadamente, cuando fue desahuciado de otro que tenía en la calle de Colón y del piso que tenía alquilado en esa misma vía–, tras haber tomado un cóctel de drogas, alcohol y antidepresivos.

Poco antes había estado enviando mensajes de Whatsapp a sus padres diciéndoles que se iba a suicidar y despidiéndose de ellos. Alertados, dos familiares y un amigo acudieron al local y encontraron a Sergio L. O. tumbado sobre una mesa. Alterado, les dijo que se fueran o les iba a hacer daño, lo que motivó que uno de ellos llamara a la Policía. A partir de ese momento, se quedó solo en el bar, armado con un cuchillo y dos bombonas de butano que amenazaba con hacer estallar.

Fue entonces cuando se desplegó un fuerte dispositivo policial que obligó a restringir el tráfico en la avenida de América y la calle de Pontevedra. También se desplazaron los Bomberos, que cortaron el gas y la electricidad en las cercanías del local.

Asegurada la zona, comenzó la labor del negociador, que se empleó a fondo para que Sergio L. O. saliera. Ante la persistencia de la amenaza, la Policía decidió desalojar a la veintena de vecinos del bloque en el que se ubica el bar hacia la 1.00. Las conversaciones con el atrincherado continuaron hasta una hora después cuando este dejó de contestar.

"¡Sergio, Sergio! Va, cojones, dime algo, ¡vamos!", fue lo último que dijo el negociador sobre las 2.00 mientras golpeaba repetidamente la persiana metálica. Ante la ausencia de respuesta, a las 2.10 los agentes del Grupo de Operaciones Especiales (GOES) accedieron al local y neutralizaron al hombre, que estaba totalmente agotado. Fue evacuado hasta un hospital hacia las 2.30, donde este viernes permanecía ingresado.

El bar La tasca de Torrero permanecía ayer con la persiana bajada. | Raquel Labodía

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