Teruel vuelve a manifestarse

Obligados por las muchas promesas incumplidas y por la evidencia de una provincia apartada de los grandes proyectos de inversión, los turolenses vuelven a manifestarse este sábado en Zaragoza para reclamar algo tan sencillo como su derecho a sentirse ciudadanos. Teruel no quiere ni más ni menos que lo que ya posee el resto de España, tan solo desea disfrutar de las mismas oportunidades.

Más de 50.000 personas acudieron a la llamada de Teruel Existe en Zaragoza el 3 de octubre de 2004 para protestar por la falta de inversiones y los incumplimientos del PSOE con el AVE.
Más de 50.000 personas acudieron a la llamada de Teruel Existe en Zaragoza el 3 de octubre de 2004 para protestar por la falta de inversiones y los incumplimientos del PSOE con el AVE.
José Miguel Marco

Sería un error pensar que la manifestación de este sábado afecta en exclusiva a Teruel y su provincia. Aragón en su conjunto está llamado a una concentración que busca reivindicar la existencia de una España interior cuyo único anhelo es la equiparación en derechos y oportunidades. Las inversiones y la solidaridad interterritorial son los principales mecanismos con capacidad suficiente como para corregir las muchas desigualdades que cada día se ven acrecentadas por culpa de una sangría llamada despoblación. Ignorar la obligada ponderación que debe asistir en el reparto de las ayudas y de los fondos europeos o pensar que el incumplimiento de las muchas promesas puede ser tratado como una cuestión menor no hacen sino aumentar la fuerte sensación de agravio.

Aragón, España en su conjunto, debe ser entendido como un lugar donde exista una prestación ordenada de los servicios y donde las infraestructuras garanticen la movilidad de las personas y mercancías. Reducir a Teruel a un lugar de perfil inhóspito, sin alternativas ni futuro, incrementando las desigualdades y condenando a sus habitantes a una obligada emigración atenta contra la voluntad de modernidad que se desea imprimir al conjunto del país. La manifestación que hoy recorrerá las calles de Zaragoza no es más que otro nuevo grito reivindicativo de una provincia que tan solo reclama ser escuchada.