El Ayuntamiento estudia implantar autobuses eléctricos que se recargan durante las paradas

Antes del verano tendrá un proyecto con un sistema de pantógrafos para electrificar toda una línea. Cinco modelos de vehículos se probarán este año para comprobar cuáles se adaptan mejor a la ciudad.

Uno de los buses eléctricos que ya se ven por las calles de Zaragoza en la línea 38.
Uno de los buses eléctricos que ya se ven por las calles de Zaragoza en la línea 38.
G. Mestre

La idea es muy semejante a lo que ya sucede con los tranvías: en el terminal de línea, el bus eléctrico podrá conectarse a una toma de corriente desplegando un pantógrafo (una suerte de antenas en su parte superior) y recargará así sus baterías en poco más de cinco minutos. Esta es una de las posibilidades que estudia el Ayuntamiento en su propósito de renovar la flota de buses y convertirla en más eficiente y sostenible.

La concejal de Movilidad, Teresa Artigas, reconoció ayer que el principal problema de los buses eléctricos es la autonomía, por lo que el Consistorio, antes de tomar decisiones y lanzarse a comprar nuevos vehículos, probará a lo largo de este año hasta cinco modelos diferentes. El primero de ellos, de hecho, ya está en marcha por las calles de Zaragoza (puede verse una unidad en la línea 38) y "está dando buenos resultados".

Este modelo, que desarrolla la empresa BYD y requiere un tiempo de carga de más de cuatro horas, seguirá en pruebas todo el mes de abril. El mes que viene está previsto que lleguen a orillas del Ebro unos "híbridos escalables" de la empresa Vectia, cuya singularidad consiste en que pueden funcionar como eléctricos la mayor parte del tiempo. Estos vehículos, que se probarán durante seis meses, incluyen la posibilidad de convertirlos en 100% eléctricos con apenas una pequeña modificación en el motor.

¿Otros sistemas? Artigas informó también de que a principios de junio se evaluará durante un par de meses el funcionamiento de los buses Irizar eléctricos convencionales y, ya después del verano, llegarán dos nuevos tipos: unos buses llamados King Long, de doce metros que se probarán a partir de octubre, y otros denominados Irizar i2, que "aún no han salido al mercado y Zaragoza será pionera en experimentar con esta nueva generación de eléctricos".

Desde el Ayuntamiento afirman que los diferentes modelos y tecnologías podrían coexistir en una futura red pues, por ejemplo, los híbridos pueden ser más efectivos en trayectos largos como los de los barrios rurales y los de carga lenta nocturna, en aquellos itinerarios con cuestas y desniveles.

La gran novedad sería –no obstante– la implantación de una línea 100% electrificada, que "habría que estudiar de forma exhaustiva", para lo que ya se ha encargado un anteproyecto que se recibirá antes del verano. Las fuentes de alimentación del tendido aéreo se instalarían en los terminales de línea y en poco más de cinco minutos serían capaces de recargar el 80% de la batería. Esta innovación se ha presentado en los más recientes salones del motor y desde hace un año está implantada en la línea H16 de Barcelona, con un sistema de pantógrafos desarrollados por Endesa.

El fin del gasoil

El Ayuntamiento señala que no se volverán a comprar más autobuses de gasoil (los últimos son de 2016) y que, con las últimas adquisiciones de híbridos, la edad media de la flota de Avanza Zaragoza se ha reducido de los 9,83 años a los 8,7 años de media. El pasado 7 de julio de 2017 se aprobó en gobierno la compra extraordinaria de buses (253 nuevos vehículos) con una inversión de 92 millones a lo largo de la vida de la contrata, es decir, hasta el año 2023. Con el veto al gasoil, el gobierno de ZEC aspira así también a cumplir con los compromisos medioambientales adquiridos, pues –entre otros– Zaragoza es firmante del Pacto de Alcaldes por el que la ciudad debe reducir sus emisiones de CO2 y efecto invernadero, al menos, un 40% para 2030.

Las cocheras incorporarán placas fotovoltaicas

El Ayuntamiento y la concesionaria Avanza han acordado redactar un proyecto para instalar paneles fotovoltaicos en las cocheras. Así, se "avanzará en el origen renovable de la energía que impulsa los buses" y, también, podrá ser aprovechada para el suministro del propio edificio. "La movilidad eléctrica será efectiva solo si va de la mano de la lucha contra el cambio climático", aseguró ayer Teresa Artigas, responsable de Movilidad. Las placas fotovoltaicas se instalarán este año "para que estén operativas cuando estén circulando los primeros autobuses en propiedad", lo que se prevé que sea ya en 2019. En paralelo, se estudian diversas actuaciones para mejorar la eficiencia energética en cocheras, como la instalación de luminarias led y sustitución de la caldera de calefacción por una de gas natural.

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