Año y medio de cárcel para un vecino de Utebo que tenía manuales y pólvora para fabricar bombas en casa

La Guardia Civil halló en su vivienda un tubo metálico cilíndrico con muescas, así como 55 cohetes pirotécnicos y siete cartuchos de caza.

La Audiencia Provincial de Zaragoza.
El juicio se celebró el pasado 3 de abril en la Audiencia de Zaragoza.

Un vecino de Utebo ha sido condenado a un año y medio de prisión por un delito de fabricación de aparatos explosivos en grado de tentativa. Como explica la Audiencia de Zaragoza en su sentencia, la Guardia Civil halló en casa de Víctor Manuel Herrero, de 42 años, 55 cohetes de feria (que en total contenían 1.091 gramos de pólvora), 7 cartuchos del calibre 12-70 y varios manuales para fabricar explosivos caseros.

Junto a estos efectos también se encontró un tubo de fontanería con muescas, un elemento utilizado por grupos anarquistas en artefactos caseros, según declaró en el juicio un especialista de los Tedax. Recuerda el tribunal que con todo este material, efectivamente, se puede fabricar un aparato explosivo de los conocidos como ‘Niple’ o ‘Pipe’. "Bastaría para ello introducir dentro del tubo metálico el fulminante y la pólvora", dice el fallo de la Audiencia, para añadir que el acusado tenía el objetivo de confeccionar un artilugio de este tipo.

La denuncia contra el vecino de Utebo fue presentada por su entonces pareja, que convivía con él y alertó a la Guardia Civil de que guardaba en casa una caja de madera que contenía efectos "aparentemente peligrosos". Durante el juicio, celebrado el pasado 3 de abril, el acusado reconoció como suyo el material intervenido, salvo alguno de los manuales para fabricar bombas hallados en el domicilio.

El acusado negó que su intención fuera construir un artefacto explosivo. Ante el tribunal señaló que los petardos eran los que habían sobrado de unas fiestas patronales (él trabajaba en la brigada municipal) y que habían sido inutilizados porque fueron sumergidos en un bidón con agua. Sobre los cartuchos dijo que eran un recuerdo de su abuelo, que había sido cazador, mientras que negó que el tubo hallado en su vivienda fuera suyo. De hecho, Víctor Manuel Herrero apuntó que fue su excuñado quien puso ese elemento y los manuales en su casa con ánimo de venganza.

Preguntado sobre una libreta con anotaciones de pruebas de explosivos que también se halló en el piso de Utebo, admitió que era suya y que databa del año 2008, cuando tenía intención de construir un cohete de aeromodelismo. "Soy una persona con inquietudes. Me interesa la química, la ingeniería...", abundó entonces  el acusado.

La Fiscalía pedía cuatro años y medio de cárcel, pero el tribunal ha rebajado la pena a un año y medio por apreciar el delito en grado de tentativa.

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