La fotografía más antigua de la Semana Santa zaragozana

Existe una copia en papel a la albúmina del Cristo de la Cama, hecha por Manuel Hortet y Molada entre 1860 y 1870. Entonces el Santo Entierro recorrería unas calles aún sin aceras y alumbradas con lámparas de aceite.

La imagen es de la segunda mitad del siglo XIX a juzgar por detalles como la colcha  o el escudo de la Sangre de Cristo.
La imagen es de la segunda mitad del siglo XIX a juzgar por detalles como la colcha o el escudo de la Sangre de Cristo.
Colección Javier Velázquez

No es fácil encontrar artículos muy antiguos en mercadillos o internet sobre nuestra Semana Santa. Es posible que de la primera mitad del siglo XX haya algo más de material, pero resulta complicado hallar algo si se echa la vista un poco más atrás. Por eso, toparse con una fotografía que –con toda seguridad– data del siglo XIX constituye un auténtico descubrimiento.

La imagen que nos ocupa es de pequeño formato llamado ‘carte de visite’. Es un tamaño que fue muy utilizado en los primeros tiempos de la fotografía y cuentan que fue llamado así porque su tamaño se asemejaba al de las tarjetas de visita. La técnica utilizada en la fotografía es la llamada ‘copia a la albúmina’, esto es, un positivado por contacto con un negativo generalmente de cristal, cuyo papel posteriormente se colocaba en una cartulina.

El autor de esta ‘primigenia’ fotografía es Manuel Hortet y Molada, quien desarrolló su labor como fotógrafo en la ciudad entre los años 1859 y 1880. Trabajó documentando con imágenes en la Comisión Provincial de Monumentos Históricos y artísticos de Zaragoza, y fue el primer profesional en la ciudad que ostentó el título de fotógrafo de la Casa Real.

El cabecero sin corona

En la fotografía considerada más antigua de nuestra Pasión –la del Cristo de la Cama que ilustra estas líneas– se observa que la Imagen porta una colcha anterior a la actual, y esta última fue donada en 1858 por Vicente Cormano, hermano de la Sangre de Cristo. El cabecero de la cama no tiene todavía los ángeles y la corona actuales, que –si bien no sabemos cuándo se pudieron incorporar– es seguro que al menos en 1885 ya lo portaba, gracias al grabado que realizó Marcelino Unceta para la revista ‘La Ilustración Española’ y que fue publicado el 15 de marzo del citado año.

Todo indica que la foto se pudo tomar entre las décadas de 1860 y 1870, extremo que podemos saber tanto por el periodo de actividad de Hortet en la ciudad como por el tamaño y la técnica utilizada en su positivado. Los últimos indicios serían la colcha, ya que no tendría mucho sentido tomar la fotografía con una colcha antigua si se disponía de una recién confeccionada, y el cabecero de la imagen sin la composición actual. Asimismo, el escudo de la Hermandad que se observa en la parte posterior de la fotografía también coincide con los que aparecen en otros documentos de la Sangre de Cristo de aquellas décadas.

Viendo la fotografía uno puede hacer un esfuerzo e imaginarse la Zaragoza de esa época y el recorrido junto con el Cristo de la Cama por las calles de la ciudad. Gracias a la ‘Guía de Zaragoza de 1860’, editada por Vicente Andrés, podemos saber cómo era la procesión del Santo Entierro y qué recorrido realizaba.

Según está documentado, salía a las seis de la tarde de San Cayetano y recorría las calles de Arco de Toledo (Manifestación), la plaza del Mercado, Albardería, Cerdán (César Augusto), el Coso, San Gil, San Pedro, Virgen del Rosario (Don Jaime I) y Platería (Manifestación). Un itinerario muy corto si lo comparamos con el actual, pero aún así su duración total era de tres horas. La procesión recorrería las calles todavía con alumbrado de aceite y algunas de ellas con aceras recién estrenadas.

Portado a hombros

En la citada guía se hace una descripción completa de cómo era el cortejo procesional que abría un piquete de caballería para despejar el paso en las calles. En la procesión salían ya doce pasos propiedad de la Sangre de Cristo, además de la imagen de Jesús Nazareno. También participaban varias de las Secciones de la Hermandad, como el Pueblo de Israel con las doce tribus y personajes del Antiguo Testamento, la Guardia Pretoriana (sección que precisamente fue creada en 1860 y que desaparecería en 1970) y las Doce Sibilas, recuperadas recientemente. Ese año se estrenó el palio que iba detrás del Cristo de la Cama, imagen que era portada todavía a hombros por ocho hermanos.

Seguramente estemos ante la imagen más antigua de nuestra Semana Santa encontrada hasta la fecha, pero este hallazgo nos deja varios interrogantes todavía por resolver. La principal es si la fotografía fue un encargo de la Hermandad de la Sangre de Cristo o forma parte de la labor de Hortet y Molada de retratar el patrimonio zaragozano. Creen los expertos que si hubiera sido un encargo, seguramente se habrían realizado más copias para repartir a modo de estampa, como el encargo que realizó Hortet para el Cabildo de la imagen de la Virgen del Pilar.

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