La flota de autobuses sufrió 25 averías y dos choques de media al día durante el año pasado

Los fallos más habituales se localizan en las suspensiones, las puertas, el motor y el sistema eléctrico. Avanza dice que los datos mejoran y que la flota se ha rejuvenecido, pero el comité pide más mantenimiento.

Un autobús, remolcado al sufrir una avería en una fotografía de archivo.
Un autobús, remolcado al sufrir una avería en una fotografía de archivo.
Laura Uranga

Un año da para mucho en la flota de autobuses de Zaragoza. Los vehículos rojos recorrieron en 2017 la friolera de 18.424.501 kilómetros, el equivalente a recorrer el diámetro de la Tierra 1.445 veces. Semejante viaje se presta a que pase un poco de todo, y el balance del año pasado así lo refleja. Como resumen, los autobuses de Avanza Zaragoza sufrieron en ese periodo 9.062 averías de todo tipo (una media de 24,8 al día) y 1.162 accidentes (3,1 por jornada de trabajo). De estos últimos, 714 fueron choques o colisiones (casi dos al día).

La cifra de averías supone que los buses registraron el año pasado algún tipo de fallo cada poco más de 2.000 kilómetros. Se trata de problemas que en la mayoría de los casos no implican la retirada del autobús en el momento, ya que no tiene por qué afectar a su funcionamiento básico o a sus sistemas de seguridad, pero que sí requiere de una reparación al llegar a las cocheras.

Las averías más habituales son las que afectan a la neumática (suspensiones, puertas y frenos, con 2.151 fallos), el motor (1.918), el sistema eléctrico (1.426), la mecánica (1.361) y la carrocería (1.272). El volumen de problemas que sufren los autobuses supera el límite que fija el contrato, lo que supuso que el Ayuntamiento multara el año pasado a la concesionaria, Avanza Zaragoza, con 110.000 euros. Las cláusulas de calidad de la empresa marcan que debería haber un máximo de una avería por cada 3.694 kilómetros recorridos.

El mantenimiento de los buses

A finales del año pasado, los sindicatos llegaron a denunciar que una veintena de conductores se quedaron en cocheras de brazos cruzados al no haber autobuses disponibles en buenas condiciones. La empresa lo negó, aunque admitió «un número inusual» de unidades que no pudieron arrancar por diversos problemas. José Manuel Montañés, presidente del comité de empresa, señala que el estado de la flota «es igual de malo que siempre», a pesar de las nuevas incorporaciones de autobuses híbridos. Y lo achaca «a la falta de mantenimiento». «En los talleres hay menos gente trabajando de la que había hace 20 años, y tenemos muchos más autobuses», asegura el líder sindical de Avanza Zaragoza. A pesar de que la compañía externaliza trabajos, «no se llega a todo», critica Montañés.

Desde la empresa, por su parte, aseguran que durante lo que llevamos de 2018 se ha reducido un 22% la pérdida de explotación de la red que causan las averías, con respecto a la media de 2017. No obstante, hay que tener en cuenta de que aún no nos hemos acercado al verano, que es la época más propicia para los fallos por los sobrecalentamientos que causa el calor de la capital aragonesa. Fuentes de Avanza Zaragoza también recuerdan que la edad media de la flota ha bajado a los 8,7 años, cuando a finales de 2016 estaba en 9,83. Además, aseguran que su «compromiso» les ha llevado «a renovar más vehículos de los comprometidos».

Los accidentes de los buses

A las averías hay que sumar los accidentes. Los autobuses sufrieron 1.162 durante el año pasado. La gran mayoría (714) fueron colisiones con otros elementos de la vía pública (peatones, otros vehículos, mobiliario...). Le siguen por importancia los accidentes que causaron los frenazos fuertes (108) de los autocares. Cuando un conductor debe detener bruscamente el vehículo por algún imprevisto, son habituales las caídas de los pasajeros que van de pie en el interior, lo que en ocasiones provoca heridos, generalmente leves. Por tipología, la siguiente categoría de accidentes tiene que ver con la apertura y el cierre de puertas. Fueron 32, pero uno de ellos fue el más grave de todos los que registró la red de buses el año pasado.

El 26 de agosto, un pasajero falleció por las heridas que le causó la caída que sufrió desde el autobús –en marcha– a la calle. Según informaron entonces fuentes de la Policía Local y de la empresa, cuando el vehículo hizo un giro en una rotonda, la silla de ruedas de la esposa del fallecido se desplazó e impactó con la puerta de salida del autobús. Como consecuencia del golpe, una de las hojas de las puertas traseras del vehículo se abrió y el pasajero, de 88 años, cayó sobre la calzada.

Desde Avanza Zaragoza señalan que el número de accidentes «es bastante estable», y que en ocasiones estos son por causas ajenas a la empresa, al estar involucrados otras personas o vehículos. Además, recuerdan que los buses circulan «los 365 días del año por toda la ciudad», por lo que están muy expuestos a sufrir diversas incidencias.

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