Peligra la tradicional fiesta del Sol y de la Luna en Venecia

Los organizadores todavía no han recibido el permiso municipal para realizar la actividad y ven “imposible” recopilar toda la documentación que se les solicita antes del 7 de abril.

Celebración de la fiesta del sol y la luna del año pasado
Celebración de la fiesta del sol y la luna del año pasado
Primo Romero

Las exigencias impuestas por el decreto del Gobierno de Aragón que regula la celebración de espectáculos públicos y actividades recreativas ocasionales y extraordinarias, que ya sufrieron desde la Federación de Barrios de Zaragoza al preparar la Cincomarzada, ponen en peligro el desarrollo de otra de las celebraciones tradicionales de Zaragoza: la fiesta del Sol y de la Luna, en la zona de Venecia del distrito de Torrero-La Paz, que este año alcanzaría su decimotercera edición.

La Asociación de Vecinos Venecia-Montes de Torrero es la promotora y tenía previsto celebrarla el próximo sábado 7 de abril, de 11.00 a 2.00 de la madrugada, en el parque de la calle de Cuarte. El objetivo, igual que en años anteriores, era dar la bienvenida a la primavera y sumergir al distrito en un ambiente lúdico, sin dejar de lado las reivindicaciones vecinales.

El decreto de la DGA establece, entre otras cuestiones, que hay que presentar un “informe detallado sobre las características y la situación legal de todos los artesanos y colectivos que quieran participar con sus puestos en la jornada”, explica Joaquín Salvador, presidente de la AVV Venecia-Montes de Torrero, y a pocos días vista los organizadores consideran “imposible recopilar toda la documentación, el tiempo se nos ha echado encima”.

También existen problemas con el permiso que el Ayuntamiento de Zaragoza tiene que conceder para realizar actividades al aire libre, que fue solicitado por la asociación vecinal en enero “y todavía no hemos obtenido una respuesta”, dice Salvador, quien lamenta que “nos están poniendo muchas pegas que otros años no han surgido”. Por el momento, han decidido suspender la participación de los artesanos y el colectivo vecinal va a reunirse con Servicios Públicos para saber si van a poder contar con la autorización para realizar el resto de actuaciones y actividades previstas.

Los organizadores, ante la falta de tiempo, ya que ahora vienen por delante los días festivos de Semana Santa, se plantean retrasar la celebración del Sol y de la Luna o suspenderla, algo que “sería una pena porque el distrito está muy implicado y a día de hoy seguimos recibiendo correos de gente interesada en participar, incluso de Navarra, ya que la voz se ha corrido entre los artesanos”, indica Salvador.

El parque de la calle de Cuarte, en el que se realiza tradicionalmente la fiesta, es uno de los espacios utilizados como punto de encuentro entre los vecinos. Cuenta con una zona de niños, otra de mayores, un potrero y un quiosco que sirve de escenario para muchas actividades. Hasta hace unos años había sido un parque infrautilizado, pero ahora su dinamismo requiere que se apliquen mejoras para adecuar la zona a las necesidades de sus usuarios.

Los presupuestos participativos de 2018 recogen dos propuestas concretas. La primera de ellas pasa por elevar la altura de la valla del potrero, que es más baja que las porterías, y de este modo evitar que salgan fuera los balones para que no impacten en los vecinos que transitan por el parque. El potrero linda con una zona de aparatos habilitados para que los mayores realicen ejercicio, y ya se ha producido más de un enfrentamiento entre sus usuarios y los que juegan en el potero.

La segunda propuesta ya fue presentada en el 2017. Solicita intervenir en el quiosco y facilitar el uso de este espacio para el desarrollo de las actividades de la zona, como conciertos de bandas de música o representaciones teatrales. “Si viene alguien a actuar no hay ningún lugar habilitado para que guarden cosas o se cambien, y tampoco hay servicios cercanos. Cuando celebramos fiestas como la del Sol tenemos que alquilar aseos portátiles”, cuenta Salvador.

El año pasado los técnicos municipales desestimaron la propuesta al argumentar que no había espacio suficiente bajo la estructura del quiosco para acondicionar los servicios demandados, pero los vecinos plantean que se habilite un edificio anexo para disponer de baños y de un almacén. La competencia de la zona en la que se emplaza el quiosco es del servicio de Parques y Jardines, y el coste final de la actuación ascendería, según estipularon los técnicos, a 93.593,5 euros (IVA incluido), pero la ampliación del quiosco tendría, tal y como reflejaron en el informe, “inconvenientes estéticos y de uso”.

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