"No insultamos al árbitro por ser negro, solo hicimos apreciaciones futbolísticas"

Los padres acusados de insultar a un colegiado declararon ayer en el juzgado.

Los padres acusados de insultos racistas, ayer, durante el juicio en la Ciudad de la Justicia.
Los padres acusados de insultos racistas, ayer, durante el juicio en la Ciudad de la Justicia.
Oliver Duch

Los dos padres acusados de insultar gravemente a un joven árbitro guineano el año pasado durante un partido de alevines en el campo municipal de Ranillas negaron ayer todas las acusaciones ante el titular del Juzgado de lo Penal número 2 de Zaragoza. Tanto Juan Carlos B. como Rafael P. reconocieron que el 28 de enero de 2017, mientras sus hijos de entre 10 y 11 años disputaban un encuentro de fútbol con el Ranillas B, recriminaron al colegiado que dirigía el encuentro, Mamadou Basirou Sow, pero que solo le hicieron "apreciaciones futbolísticas" y no le insultaron por ser negro. Los acusados negaron así los hechos que mantienen la Fiscalía y las acusaciones particulares, ejercidas por el Ayuntamiento de Zaragoza y la representación legal del propio árbitro, que consideran probado que aquel día insultaron y amenazaron al árbitro guineano por el color de su piel. Los acusados mantuvieron en todo momento que sus quejas fueron por una falta "inexistente" en el minuto 18 que desencadenó el primer gol del equipo visitante.

Las recriminaciones "son algo del fútbol", dijo Juan Carlos B. durante el juicio, "da igual si el que pita es un árbitro de Casetas", agregó quitándole hierro al asunto y negando insultos como "negro de mierda; me cago en tu raza; eres un inútil", como consta en los escritos de acusación. La Fiscalía pidió para este hombre una pena de 22 meses de cárcel por un delito de amenazas con la agravante de racismo y por otro de resistencia a la autoridad, pues el ministerio público consideró probado que cuando una pareja de la Policía Nacional procedió a su detención el hombre se opuso, insultó a los agentes e intentó agredirles.

Durante la vista oral testificaron los cuatro policías que participaron en el arresto. Los funcionarios aseguraron que el día de los hechos tuvieron que acudir dos veces a la instalación municipal. "La primera vez fuimos mediado el partido y les advertimos de que dejaran de insultar, que si teníamos que volver lo haríamos de otra manera", dijo uno de los agentes, que explicó que procedieron a la identificación de los progenitores la primera vez que se personaron tras recibir un aviso de riña tumultuaria.

Rafael P., el otro acusado, también negó las descalificaciones racistas y reconoció que se acercó al colegiado al acabar el partido porque este antes se había dirigido a él tendiéndole las tarjetas y el silbato a la vez que le decía: "pita tú, listo". Este extremo, negado por Mamadou Saw, fue para Rafael P. una falta de respeto que le quiso hacer notar en persona, por eso se acercó a él.

Por su parte, el abogado del Ayuntamiento de Zaragoza, que se personó en el caso porque el campo del Ranillas es municipal, mantuvo la petición de 12 meses de cárcel y 1.080 euros de multa por delitos de amenazas e incitación al odio, mientras el abogado del colegiado pidió 16 meses de cárcel para cada uno de estos delitos.

Por su parte, las defensas solicitaron la libre absolución de sus defendidos tras mantener que no vertieron insultos racistas. El juicio quedó visto para sentencia.

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