Casi un centenar de denuncias por pasear perros peligrosos sin bozal o correa

El pasado mes de febrero, una niña de 13 años fue atacada por un dogo en el barrio Oliver.

Un perro de raza pitbull, una de las consideradas potencialmente peligrosas.
Un perro de raza pitbull, una de las consideradas potencialmente peligrosas.
Efe

Convivir con un perro de raza potencialmente peligrosa (PPP) requiere de especial cuidado, mimo, atención y mucha mano izquierda. El propietario, tal y como recoge la legislación actual, debe procurar la atención y los medios suficientes para evitar cualquier tipo de conato violento del animal, que ha de salir siempre a la calle equipado con las protecciones necesarias.

Justo las precauciones que no se tuvieron el pasado 22 de febrero, cuando una chica de 13 que esperaba a su madre en la puerta de un comercio fue atacada por un can de raza american stafford shire. Éste se movía por el barrio Oliver sin bozal ni correa después de escaparse de la finca en la que reside con su dueño y otros dos animales. La joven sufrió heridas en sus dos piernas y tuvo que ser auxiliada por dos ciudadanos que se encontraban en la zona y que, posteriormente, avisaron a la Policía.

Que un animal de raza PPP corra por la vía pública sin el bozal y la correa necesarios no es un hecho puntual. A lo largo del año pasado, la Policía Local multó a 94 propietarios de este tipo de animales por su mala praxis a la hora de sacarlos a pasear. Los agentes también tienen la potestad de proponer una sanción si se carece de la licencia obligatoria para tener el animal o éste no tiene instalado el microchip de control requerido por ley.

La multa máxima contemplada por la normativa nacional asciende a la cifra nada desdeñable de 2.404 euros. Este es, en teoría, el castigo al que se deberá enfrentar el propietario del animal que se escapó por el barrio Oliver por no procurar las condiciones para que no lo hiciera. La multa mínima es de 300 euros.

Según explican desde la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Zaragoza, “es la base genética del animal y el contexto en el que crece y la educación que recibe lo que marca su comportamiento", si bien su aprendizaje tiene un peso fundamental: “una buena educación de los animales es vital, sobre todo cuando son cachorros, ya que las experiencias tempranas son muy importantes".

Las razas más numerosas

En toda la capital aragonesa hay del orden de 2.000 dogos inscritos en el registro municipal. Más allá de las infracciones registradas en la calle, también se ha dado un puñado de casos de denuncias por no atar correctamente a un animal dentro de comunidades de vecinos.

El american staffordshire terrier es el can potencialmente peligroso más numeroso en Zaragoza. Hay más de tres centenares en los registros del Consistorio. Le sigue el rotweiller, el pitbull, el stafford shire bull terrier, el dogo argentino y el akita inu. Fila brasileiro y tosa inu son las dos razas que completan el listado.

Además de esas ocho razas, hay otros animales que por su complexión especialmente robusta y su musculatura poderosa también deben constar en los registros municipales. La base de datos del Consistorio maneja contempla casi un millar.

En Aragón está creciendo, en general, el número de mascotas, y hay 165.000 registradas. 

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