ZEC lanza a sus simpatizantes contra la oposición municipal
Un grupo de seguidores del gobierno abuchearon e insultaron a los ediles de PP, PSOE, Cs yCHA sin que interviniera el alcalde.
De la revolución de las sonrisas a la bronca en el pleno. Consciente de su minoría, ZEC movilizó este viernes a un grupo de simpatizantes, que acudieron a la sesión con el objetivo de jalear a los concejales del gobierno y abuchear e incluso insultar a los ediles de la oposición, especialmente a los del PP y PSOE. Su actitud condicionó el desarrolló del debate y azuzó la crispación política que vive el Ayuntamiento de Zaragoza.
Los seguidores de ZEC ocuparon gran parte del espacio del público (el resto de partidos no convocó a sus militantes para que les apoyaran).El gobierno no se cortó y también llegó a colocar sillas y una pantalla en el salón de recepciones para que sus simpatizantes siguieran la sesión, aunque solo hubo 15 personas.
La actitud del público suscitó protestas de los grupos de la oposición, dado que eran interrumpidos constantemente sin que el alcalde, Pedro Santisteve, interviniera, salvo alguna tímida petición de silencio. "Estamos acostumbrados a que nos insulten. Dos pitos y cuatro aplausos no van a dejar que defendamos nuestras ideas", dijo el portavoz popular, Jorge Azcón, que recordó que el reglamento no admite esta actitud del público
El también edil del PP Pedro Navarro añadió que "solo los cobardes se esconden en el grupo" e instó al alcalde a llamar a los miembros del público por sus nombres. "Los conoce a todos", afirmó. El alcalde negó que los gritos impidieran el desarrollo de la sesión, y la bronca se prolongó, con altibajos, hasta el final.
En el cierre, ZEC trató de que el pleno votara la inclusión de una moción urgente para respaldar la huelga feminista del 8 de marzo, pero la oposición rechazó la propuesta y exigió que se planteara una declaración institucional, como se ha pactado en Madrid. El rifirrafe avivó los gritos del público contra la oposición y, mientras el portavoz socialista trataba de plantear un ruego para que se reuniera la junta de portavoces para respaldar el 8-O, el alcalde hizo caso omiso y levantó la sesión.
Los simpatizantes de ZEC se acercaron a los concejales de la oposición, a quienes reprocharon su actitud. Hubo algún momento de tensión, como cuando una de las asistentes llamó "machista" a la edil socialista Lola Campos, lo que suscitó la indignación de la concejal. Al final la discusión no llegó a más. El alcalde, cerrada la sesión, no se retiró como es habitual a su despacho sino que corrió a despedirse de sus simpatizantes, a los que agradeció el apoyo prestado durante el pleno.
