Perros de alerta médica buscan familias para jugar el fin de semana

De lunes a viernes, los cachorros de Jack Russell de la Fundación Canem son adiestrados para mejorar la calidad de vida de personas con diabetes y epilepsia. Este periodo, que consta de varias rutinas diarias durante la semana, comienza para estos canes cuando tan solo tienen 2 meses y medio de vida y dura hasta los 8 meses.

Los perros de alerta médica son aquellos específicamente seleccionados, educados y adiestrados para detectar las hipoglucemias e hiperglucemias (diabetes) y/o las crisis de desconexión sensorial (epilepsia). “Aportan dos beneficios claves a sus familias: tiempo y tranquilidad. Tiempo, porque avisan con suficiente antelación como para que el usuario sea capaz de poner medidas antes de que la situación llegue a complicarse; tranquilidad, porque su presencia y sus avisos hacen que las situaciones complicadas no se den en el día a día”, señala la fundación en su pagina web.

Sin embargo estos cachorros, perfectamente atendidos de lunes a viernes, también necesitan atención durante los fines de semana. Por este motivo, la Fundación Canem promueve un programa de familias de tutela de perros de alerta médica que aporta un valor fundamental para estos canes, ya que tienen la oportunidad de conocer a personas nuevas, entornos novedosos, juegos... experiencias positivas que les ayudan a crecer de manera equilibrada y a encarar el lunes con las pilas cargadas. Además, estos peludos amigos pueden convivir con otros perros y con gatos en el mismo hogar de las personas que los acogen.

“Los principales requisitos para quienes quieran pasar un fin de semana con uno de los 16 cachorros que tenemos actualmente son: disponer de tiempo y tener ganas de darles cariño”, explica Lidia Nicuesa, asesora de diabetes de la Fundación Canem.

Este contacto con las familias moldea el carácter de los cachorros y contribuye a su felicidad. Los periodos de tutela comprenden los fines de semana, desde el viernes por la tarde (18.00) hasta el domingo por la tarde (19.00), y también se incluyen festivos. El punto de recogida se encuentra en las instalaciones de Canem en Zaragoza, calle de María Moliner, 89.

El programa está dirigido a personas que vivan en Zaragoza y la fundación se hace cargo de todo: alimentación, gastos veterinarios y todo el material necesario (comedero, comida, transportín, correa, collar, bolsas…). Es totalmente gratuito y no tiene ningún coste económico para quienes quieran participar en esta iniciativa.

Desde hace dos años, esta una nueva forma de colaborar con la Fundación Canem, presidida por el adiestrador Paco Martín, pero no la única. Entre otras actividades de formación y voluntariado, se realizan paseos entre semana en horario de tardes, así como talleres y seminarios. Gracias al centro de adiestramiento canino de Canem, más de 80 familias alrededor del mundo pueden disfrutar de la compañía de uno de estos perros de alerta médica.