Los bomberos renuncian a la fuerza y recurren a la ciencia

Han empezado a aplicar un medicamento inhalado en pacientes psiquiátricos con crisis de agitación, con lo que evitan la contención mecánica y logran mayor seguridad.

Imagen de archivo de un servicio de los bomberos de la capital aragonesa.
Imagen de archivo de un servicio de los bomberos de la capital aragonesa.

Aunque pudiera parecer lo contrario, los incendios no constituyen el grueso de la tarea de los Bomberos del Ayuntamiento de Zaragoza. Las estadísticas anuales dicen que el mayor número de servicios que prestan al cabo del año lo representa el salvamento de personas. Aquí se incluye desde el rescate en ascensores hasta la apertura de puertas pasando por el traslado de emergencia a hospitales de pacientes psiquiátricos que presentan lo que los médicos llaman un estado de agitación psicomotriz. Es decir, una grave alteración motora (moverse nerviosamente, caminar muy deprisa o en círculos, gritar, frotarse las manos y la ropa...) acompañada de ansiedad, irritabilidad y conductas agresivas que suponen un riesgo no solo para el paciente sino también para su entorno.

Los Bomberos del Ayuntamiento de la capital aragonesa suelen atender cada año unos 7.500 servicios de los cuales un 2% son emergencias como las descritas. Quizás numéricamente no supongan gran cosa, pero tanto para los enfermos como para los profesionales el riesgo es elevado. Por esa razón, los médicos del servicio de extinción de incendios de Zaragoza, Armando Cester y José Antonio Cortés y los enfermeros Diego Borraz y Marta Pellicer quieren hacer extensivo el uso de un nuevo fármaco para tratar ese tipo de atenciones. Estos profesionales han comenzado a aplicar un nuevo medicamento para pacientes psiquiátricos que solo se usaba hasta ahora en hospitales: la loxapina inhalada.

"Hemos visto que es una herramienta muy útil para el control de la agitación psicomotriz –asociada a esquizofrenia, trastorno bipolar y trastorno esquizoafectivo– y que se consigue una mejoría significativa en muy poco tiempo. Además, evita que haya que sujetar mecánicamente y por la fuerza al paciente, así como inyectarle por vena los fármacos precisos", explica Armando Cester.

Eficacia del tratamiento

Los cuatro profesionales han estudiado los catorce casos atendidos a lo largo de un año, lo que ha puesto de manifiesto la eficacia del tratamiento en doce de ellos. "Solo dos personas que presentaban un grado extremo de agitación no colaboraron para poder suministrarles la medicación inhalada", señala el facultativo del 080. Cester recuerda que siempre es necesario contar con la colaboración y voluntariedad del paciente.

"Si consigues convencer al enfermo para que se tome así la medicación, no tienes que emplear la fuerza, se evita la sedación por vía parenteral, el traslado en ambulancia es más fácil, rápido y seguro y en el hospital le puede tratar mejor al llegar", señala Cester. Añade que se evitan también lesiones a los propios pacientes y las personas que intervienen en el servicio.

El profesional incide en que las medidas de seguridad son importantes en el primer contacto con el enfermo, así como lograr relajar la agitación verbal para no tener que aplicar ni sujeción mecánica ni tratamiento por vena, ya que ambas acciones son consideradas por los pacientes como medidas coercitivas hacia ellos.

En el estudio, efectuado sobre siete mujeres y siete hombres, se mostraron colaboradores en la administración de loxapina inhalada todos los enfermos que estaban en un grado de agitación inferior a la catalogada como extrema. De hecho, en dos de los tres casos extremos que trataron los enfermos se negaron a tomarla. Pero en los doce restantes el resultado fue muy positivo puesto que les hizo efecto en un intervalo de entre dos y diez minutos y solo dos precisaron una medicación adicional. Fuera del estudio quedaron los pacientes con agitación psicomotriz de otro origen o con enfermedades respiratorias agudas o crónicas, pues la inhalación de loxopina está contraindicada para asmáticos.

Los profesionales zaragozanos han publicado su artículo en la revista Emergencias, la tercera más importante en España en su especialidad por su impacto a nivel internacional, y en la Western Journal of Emergency Medicine de California (EE. UU.). "Además –subraya Armando Cester– se han interesado por esta opción novedosa servicios de emergencia de Argentina y, en España, el Samur de Madrid, lo que demuestra que es una herramienta útil en el medio extrahospitalario".

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