Mayores de 45

Al señor concejal de ZEC Alberto Cubero le dediqué hace un par de años una carta abierta en la que mostraba mi perplejidad por sus recelos y prejuicios con los mayores de 45 años. Dijo entonces que con los funcionarios que habían rebasado ese umbral, al que se va acercando y en el que le deseo larga vida sin alterar la de los demás, no tenía ‘feeling’. Inquietante idea en quien supuestamente asume un compromiso con el género humano y la defensa de los más indefensos, entre los que cada vez más se encuentran nuestros mayores. Más por la vía de los hechos consumados que por la de la rectificación, Cubero y los suyos llevan algún tiempo contando –cuando no imponiendo por el tradicional dedazo– con funcionarios de bastante más de 45 años. Debería alegrarme, pero me inquieta: han purgado a unos para poner a otros, cambian a los que incomodan por los que acatan, en unos casos por afinidad y en otros por interés. Compruebo que sus recelos iniciales no estaban motivados por la edad, sino por sesgo ideológico. Y esto, señores, no es solo discriminación, es sectarismo antidemocrático. Lo que algunos llaman nueva política, vamos.