Un gesto político

El pleno del Ayuntamiento de Zaragoza, con los votos del PP, el PSOE, Ciudadanos y CHA, reprobará al alcalde por hacerse unilateralmente con el control de las sociedades municipales. Los grupos de la oposición han denunciado de manera muy sonora la actitud antidemocrática de ZEC, pero su respuesta se queda en un mero gesto que no contribuirá a encauzar de manera constructiva los problemas de la ciudad.

Cuando, el pasado viernes, Pedro Santisteve anunció que se hacía con el control de los consejos de las cuatro sociedades, los demás partidos denunciaron esta maniobra con gruesas descalificaciones. Efectivamente, se trata de una decisión legal, pero unilateral y que rompe las normas que se había dado la propia institución. La oposición anunció que se unía con el objetivo de revertir este ‘golpe de Estado’, según lo denominaron ellos mismos. Pero ahora, toda esa alarma democrática se ha quedado en pedir un pleno extraordinario para reprobar al alcalde. La reprobación es una medida excepcional y poco habitual, pero es también estéril.

Si tan antidemocrática es la decisión de ZEC, la oposición debe ser coherente y explorar alternativas para dar una respuesta mucho más exigente. Sin embargo, se conforman con un gesto que no tendrá ningún efecto práctico en la gobernanza de la capital. Todos dan a entender así que, a poco más de un año de los comicios, les preocupa más conseguir una buena posición de salida en la carrera preelectoral que atender a los intereses de la ciudad y sus habitantes. En el Ayuntamiento hay una clara dejación de responsabilidades por parte de todos. Ni unos ni otros, empezando por el alcalde, han sabido o han querido pactar proyectos para mejorar la ciudad.