Calle de Sobrarbe: un cruce de caminos e historias del Arrabal

Se originó junto al puente de Piedra y desde entonces, esta vía constituye una de las principales arterias de la margen izquierda que conecta la ciudad con el norte.

Calle de Sobrarbe: Un cruce de caminos e historias del Arrabal
Calle de Sobrarbe: Un cruce de caminos e historias del Arrabal
Colección Ángel Morata Monreal/A.VV Arrabal

La historia de Zaragoza y sus calles se extiende a ambas orillas del Ebro, y también discurre por vías de la margen izquierda como la de Sobrarbe, un enclave donde "hay mucha historia que contar", coinciden en señalar Rafael Tejedor, presidente de la Asociación de Vecinos Tío Jorge Arrabal y el actor Gabriel Latorre, vecino de esta calle desde los 14 años.

Tejedor explica que esta calle tiene sus orígenes en el siglo XVI aunque, anteriormente, "se tiene conocimiento de que desde el siglo XII ya existía población en este entorno desde que en la época islámica surgieron los arrabales, extramuros de la ciudad. En este emplazamiento se ubicaron los curtidores porque la piel olía al secarse. Por entonces, todo lo que molestaba se llevaba a las afueras", relata.

Posteriormente, en 1224, se fundó el convento de San Lázaro, centro religioso del Arrabal que también fue hospital de leprosos, junto al puente de Piedra. Este paso del río da origen a la calle de Sobrarbe. "Era el único puente estable que existía entre Tudela y Tortosa. La única posibilidad fija de cruzarlo era por aquí. Este lugar formaba una encrucijada de caminos de la que partían tres carreteras: el camino de Juslibol-carretera de Logroño (actual calle de Sixto Celorrio), carretera de Barcelona (hoy avenida de Cataluña) y la carretera de Huesca y Francia (Sobrarbe)" , añade Tejedor.

La de Sobrarbe era la principal, "porque iba en linea recta como continuación del cardo romano de la ciudad. Cuando se realizaron excavaciones durante las obras de la Expo 2008 aparecieron restos de calzada romana porque esta era la antigua vía de comunicación entre Osca y Caesaraugusta", sostiene.

La llegada del tren

Siempre fue una arteria que comunicó la ciudad con el norte y no fue considerada como calle hasta que "a partir de los siglos XVI-XVII comienzan a surgir núcleos de población alrededor de los tres conventos presentes en este entorno: el de San Lázaro, el de Altabás y el de las Madres Concepcionistas (donde hoy se encuentra el hotel Ibis). Esta vía llegaba entonces, aproximadamente, hasta la altura de la actual calle de Ruiz Castillo, antigua puerta de carros de la Estación del Norte. Esto fue así hasta 1861, fecha en que se inaugura la Estación del Norte. El Arrabal se convirtió a partir de ese hecho en un barrio de ferroviarios, hasta tal punto que el barrio se desarrolló a ambos lados de la estación: entre la calle de Sobrarbe y la avenida de Cataluña".

Por Sobrarbe, se habilitó la entrada de mercancías de la estación; y por la avenida de Cataluña accedían los pasajeros. Por tanto, alrededor de la calle de Sobrarbe comenzaron a surgir almacenes y distintos servicios para atender las mercancías: agencias de transportes, traperías, talleres, cantinas, posadas…

Otro hecho clave para esta vía fue la inauguración de la iglesia de Altabás, en 1892, templo proyectado por José de Yarza en 1858, y cuyas obras de construcción fueron dirigidas por su hijo, Fernando de Yarza, a partir de 1890. Cuando los franceses salieron de Zaragoza, el 13 de julio de 1813, bombardearon la última arcada del puente de Piedra. La onda expansiva también derribó la primitiva iglesia de Altabás y por este motivo, el barrio estuvo sin parroquia desde 1813 hasta 1892.

"Durante los Sitios, fue un punto neurálgico en la defensa de la ciudad porque era la entrada natural de víveres y de munición que venía del norte. Si se controlaba el Arrabal, se controlaba todo. Por eso aquí hubo grandes batallas. De hecho, la ciudad capitula el 21 de febrero de 1809, tres días después de que el Arrabal caiga", recuerda el presidente de la Asociación de Vecinos Tío Jorge. Un año antes, un grupo de labradores del Arrabal, encabezado por el Tío Jorge había entregado al general Palafox la Capitanía General de Zaragoza.

Cuesta arriba

La fisonomía actual de este tramo llegó tras una reforma importante realizada a mediados de los 80. Hasta entonces, esta vía se consideraba parte de la carretera de Huesca. El inicio de la calle de Sobrarbe tenía una característica muchos años antes de que tuviera lugar esta remodelación: "Había una cuesta junto al puente de Piedra y suponía un problemas para los carreteros a la hora de acceder a este paso. Si cargaban mucho el carro no podían subir y por esa razón se contrataba personal, empujadores que recibían por ello un pequeño estipendio", apunta Tejedor.

Vecinos ilustres

En esta calle han nacido y han vivido "unas cuantas personas relevantes, -señala el presidente de la asociación vecinal-: Mosén Domingo Agudo, (párroco de Altabás que vivió en la casa parroquial), Javier Fernández (exdelegado del Gobierno en Aragón), José Ignacio Senao (concejal de Ayuntamiento de Zaragoza), Amadeo Sorli (jugador del Balonmano Aragón) o Gabriel Latorre".

"Tengo muchos recuerdos de este barrio, y de vecinos fantásticos como el músico Bob Destiny, un artista que sigue presente en la memoria de los vecinos del Arrrabal, -recuerda el actor-. Curiosamente, antes de venir al Arrabal viví en la calle de la Torre, como mi apellido. Pero toda mi vida la he hecho aquí. Entonces, estaba mi casa y no había otras delante ni detrás. Era un edificio en medio de la nada".

Hoy todo ha cambiado, "aunque hay cuestiones, como el transporte público, que debería mejorar después de tantos años. Prácticamente, solo tenemos una línea de autobús", añade.

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