Al loro con la botica de Sánchez de Rojas

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Vista de la calle de Sobrarbe, obra de Leopoldo Albesa.
Vista de la calle de Sobrarbe, obra de Leopoldo Albesa.

A principios del siglo XX, Albesa pintó dos óleos en los que aparece la calle de Sobrarbe. En el primero de ellos figura la farmacia de Blas Sánchez de Rojas -donde hoy se encuentra la sala López-, la primera botica que hubo en el Arrabal.

El farmacéutico tenía un loro parlante en la puerta que se aprendió todas las barbaridades e improperios que decían los carreteros a las bestias cuando remontaban la cuesta hacia el puente. Las monjas del convento de Altabás, hartas de aquello, pagaron un profesor de canto para que el loro aprendiera canciones religiosas.

El segundo óleo fue encargado por un acaudalado arrabalero, Mariano Aísa Ufau, el Tío Rabioso, -llamado así porque decían que echaba espuma por la boca cuando se enfadaba- quien pretendió sin fortuna el amor de la hija de Sanchez de Rojas.

Alfonso XIII

Paso de reyes, tanques... y el rally Dakar

En 1908, Alfonso XIII atravesó con su comitiva real la calle de Sobrarbe tras descubrir una placa en la casa en la que vivió el Tío Jorge.

Décadas más tarde, sería habitual en este tramo ver tanques militares de camino al campo de maniobras de San Gregorio. Otra estampa curiosa: el inédito paso del rally Dakar en diciembre de 2001.

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