Uno de cada tres ciclistas ve "poco o nada seguros" sus desplazamientos en bici

Todos los años se registran en Zaragoza más de 150 accidentes con bicicletas implicadas.

En el paseo de Sagasta de la Constitución se han desprendido varios bolardos del carril bici
En el paseo de Sagasta de la Constitución se han desprendido varios bolardos del carril bici
Guillermo Mestre.

Uno de cada tres ciclistas considera que sus desplazamientos por la ciudad en bicicleta son "poco o nada seguros". Así se desprende de una encuesta realizada en el marco de la revisión del Plan de Movilidad Urbana Sostenible de Zaragoza, que revela que los ciclistas son el colectivo que tiene una mayor percepción de inseguridad. El 31,4% de los encuestados ven peligro de accidente en sus viajes por la capital aragonesa, algo que solo temen el 5,9% de los usuarios del transporte público y el 2,4% de los peatones.

En el sondeo participaron 480 ciclistas que en esos momentos se estaban moviendo en bicicleta por la ciudad. Por lo tanto, no se pudo preguntar a los ciclistas que han renunciado a desplazarse pedaleando por el peligro que puede entrañar. De los encuestados, el 7,3% dijo que sus desplazamientos son "muy seguros", el 59,1% que son "seguros", el 28,1% que son "poco seguros" y el 3,3% que son "nada seguros". Por sexos, las mujeres son las que perciben una mayor inseguridad en los viajes en bicicleta (35,3%), frente al 28,8% de los hombres.

Una de las mayores amenazas de los ciclistas está en la calzada. En las calles en las que no hay carril bici, las bicicletas son el elemento más débil, lo que hace que la sensación de inseguridad de los usuarios aumente, especialmente en las grandes avenidas donde la velocidad de los vehículos a motor se dispara. De hecho, son muchos los zaragozanos que renuncian a ir en bicicleta o que modifican sus rutas para no tener que pasar por lugares como el paseo de María Agustín, la avenida de Navarra o Conde de Aranda, por ejemplo.

Los carriles bici, no obstante, tampoco están exentos de peligros. La estrechez de algunos de ellos, su mal estado de conservación, su trazado sinuoso o la mala visibilidad de sus cruces son algunos de los elementos que los hacen un lugar menos seguro de lo que pudiera parecer.

Perico Ruiz, miembro del colectivo Pedalea, señala que la sensación de inseguridad aparece, fundamentalmente, "cuando se circula por la calzada con tráfico muy abundante o rápido y no hay infraestructura segregada". "Pedalear con coches, autobuses, camiones y furgonetas a los lados da sensación de inseguridad porque los posibles accidentes son más graves", apunta Ruiz. Por eso, considera que la red de carriles bici debe extenderse.

Esa sensación de estar desprotegido en medio del tráfico de la ciudad hace que haya "mucha gente que solo coge la bici, y solo deja cogerla a sus hijos para ir al colegio, cuando hay un tramo muy seguro". Dentro del carril bici, considera que la seguridad aumenta "si es segregado", pero ve que hay "muchos cruces que entrañan riesgos", porque "están mal señalizados, son estrechos o no se da la prioridad adecuada".

En 2016, último año con los datos completos, la Policía Local contabilizó 174 accidentes en los que, de una u otra manera, se vieron implicadas bicicletas. De ellos, 35 se debieron a despistes de los propios ciclistas, mientras que 77 fueron choques en la calzada con vehículos a motor y 20 fueron atropellos a peatones sobre las aceras.

La sensación de inseguridad de los ciclistas que constata la encuesta es más relevante si se compara con la que perciben los peatones: el 33% ven sus desplazamientos por la ciudad muy seguros y el 61,5% seguros, mientras que solo el 2,4% los considera poco o nada seguros. En el caso de los usuarios del transporte público, el 21% considera que ir en bus o tranvía es muy seguro, el 62,6% solo seguro y el 7,2% poco o nada seguro.

El diseño de los carriles bici

En el documento del plan de movilidad también se analiza el estado y diseño de las vías ciclistas de la ciudad. Curiosamente, se concluye que el 95,4% tienen un nivel bajo de peligrosidad, mientras que el 3,5% presenta un nivel medio y el 1%, alto. No obstante, hay que tener en cuenta que en este análisis no solo se incluyen los carriles bici urbanos, sino que también están las sendas ciclistas que salen de la ciudad y que suman un gran número de kilómetros.

Además, el estudio encargado por el Ayuntamiento considera que el estado de conservación de los carriles bici es "excelente" en el 53% de los casos, "bueno" en el 32%, "normal" en el 14% y "regular" en el 1%. El informe también refleja que el 71% de estasvías ciclistas carece de señalización vertical, mientras que el 40% tampoco tiene señales indicativas en el suelo.

La gran mayoría de los carriles bici no están segregados

El informe que encargó el Ayuntamiento para la revisión del Plan de Movilidad Urbana Sostenible hace un repaso al estado y las características de toda la red de vías ciclistas de la ciudad. Una de las conclusiones es que un 82% de estos espacios para ciclistas no está segregado, es decir, que no tiene ningún elemento de separación con respecto al resto de protagonistas del espacio público. En los últimos años, el Ayuntamiento ha colocado centenares de bolardos separadores, aunque algunos de ellos se han desprendido por el paso de los vehículos.

También se analiza la seguridad que presentan los cruces de estas rutas para bicicletas. Siempre según los datos del informe, el 95% tienen "cruces muy confortables y seguros", mientras que el 3% son "seguros" y el 2% "poco seguros y poco confortables". Eso a pesar de que precisamente el estado de los cruces es una de las reivindicaciones más recurrentes de los colectivos ciclistas, que piden que estos sean más seguro y operativos para ellos.

Casi la mitad de la ciudad sigue sin aparcabicis

La instalación de aparcabicis se ha disparado en los últimos años en Zaragoza. El Ayuntamiento, año tras año, ha colocado en varias oleadas miles de unidades de este tipo de estacionamientos para bicicletas, que han permitido que la ciudad tenga ya 13.300 plazas en 1.050 puntos, lo que supone que el 60% de la red esté cubierta. Sin embargo, el diagnóstico que hace el Plan de Movilidad Sostenible considera que este porcentaje es "bajo" y que es necesaria "la implantación de aparcabicis en el resto de la red", para incrementar "la comodidad en los puntos finales de los desplazamientos en bicicleta de los usuarios".

Además, el estudio refleja que Zaragoza carece de oferta de aparcamientos de larga duración, que son aquellos que ofrecen mayores garantías contra el robo, el vandalismo y las inclemencias meteorológicas. En la actualidad, no obstante, se están implantando algunas empresas que ofrecen plazas para bicicletas en estacionamientos públicos o en locales habilitados para ello.

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