Una veintena de obras de los presupuestos participativos de 2017 recurren a la prórroga

El experimento ha sido complejo pero se ha ido sacando adelante. Al menos, en el 78% de los casos, porque aún quedan pendientes una veintena de las obras previstas en los presupuestos participativos de 2107 que no pudieron acabarse antes del 31 de diciembre y que, por tanto, precisarán de una prórroga en las semanas venideras. Según los datos que el Ayuntamiento publica en su web, de las 122 propuestas que fueron seleccionadas, 99 se acabaron en tiempo y forma y, del resto, hay 9 ya iniciadas y otras 17 que aún siguen en trámites pero que tienen previsto, incluso, fecha de inicio. También ha habido una decena de proyectos que, tras una primera evaluación, los servicios técnicos consideraron que eran inviables y no debían llevarse a término. ¿Un ejemplo? El acondicionamiento de un solar en la calle de Pedro IV el Ceremonioso, en el que cualquier actividad «podría generar molestias al vecindario».

Según su naturaleza, la mayor parte de los trabajos que se han procrastinado a este 2018 consisten en la creación de parques infantiles, el arreglo de algunas discontinuidades ciclistas y la eliminación de barreras arquitectónicas. Se tratan de actuaciones que obligan a los servicios municipales a trabajar de forma transversal o que eran muy genéricas y han tenido que concretarse. También ha habido propuestas que se han solapado como es el caso de la intervención en el adusto entorno de la Estación del Norte, que se ha pospuesto al «primer trimestre» de este año. Parece que finalmente se optará por dotar de jardineras y arbolado a una zona del inmenso solar para procurar una continuidad al parque lineal que va a la Azucarera. Esta es la joya de la corona de lo que resta por hacer, pues su presupuesto alcanza los 240.000 euros. La intervención, aunque afecte solo a 2.000 metros cuadrados de los 21.230 del solar, requiere la redacción del proyecto (dos meses), la contratación de la obra (unos seis) y su posterior ejecución (cuatro más).

Otras reivindicaciones vecinales que figuran en la lista de espera son el arreglo de pavimentos entre el Coso y Constitución (hay 62.000 euros para Zurita, Isaac Peral y San Miguel) o la adecuación del solar detrás de la ermita de Miralbueno, donde aguarda un futuro auditorio al aire libre. También se prevén mejoras en el embaldosado de Miguel Servet, donde es curioso que el lado oeste de la calle pertenece al distrito de San José y el este, a Las Fuentes.

Estos encajes de bolillos sirven de ejemplo para ilustrar lo complejas que son ciertas actuaciones y, por ello, el Ayuntamiento ha cambiado algunas reglas de los próximos presupuestos participativos. En lo relativo a los plazos, por ejemplo, se admite que «la ejecución de las propuestas se desarrolle en los años 2018 y 2019». También se abre ahora la puerta a incluir «proyectos de ciudad, que superen el ámbito territorial de los distritos». Así, no es condición ‘sine qua non’ estar empadronado en un barrio en concreto para proponer ideas que sirvan para procurar mejoras en más de un distrito.

Árboles y columpios

El Consistorio prevé lanzar la nueva convocatoria esta misma semana, cuando aún están en marcha los trabajos pendientes de 2017. Entre otros, la instalación de más parques infantiles en el Centro (acaso en el Canódromo o en la plaza de San Pedro Nolasco), para lo que hay reservados 130.000 euros. Mejorar la accesibilidad en el parque Delicias o crear una zona para ‘street workout’ en Torreramona son otras de las actuaciones iniciadas pero no acabadas, al igual que repoblar los alcorques vacíos en el entorno de Romareda.

En licitación continúa la inclusión de juegos infantiles adaptados en Parque Goya o la creación de una pista de patinaje en el parque Che Guevara. Ya hay fecha para el alumbrado del patio de primaria del colegio Cortes de Aragón y para las zonas deportivas tanto en el parque del Conocimiento como en el Félix de Azara. Asimismo se prevé que se finalizará el carril bici del paseo de Calanda a la avenida de Navarra en el mes de abril.

El reto: generar interés e involucrar a los jóvenes

Al margen de baldosas rotas y alcorques que aún siguen vacíos, el mayor ‘pero’ en el balance de los primeros presupuestos participativos es la falta de entusiasmo que han generado entre los ciudadanos. Repasando el centenar largo de propuestas se comprueba que la autoría de la gran mayoría de ellas no son ‘anónimas’, sino que provienen de los responsables de las asociaciones de vecinos o, también, de numerosas ampas que hicieron fuerza conjunta –el ‘lobby’ de los colegios lo llegaron a llamar– para adecentar los patios de las escuelas, a pesar de que en muchos casos estos eran competencia de la DGA. El caso es que los presupuestos participativos han generado muy poco interés, sobre todo, entre los jóvenes: apenas el 9,7% de los autores de las iniciativas eran menores de 30 años. De hecho, solo hubo 25 de las 1.484 propuestas fueron hechas por menores de 20 años.

En el Ayuntamiento consideran que la participación de apenas un 1,07% de la población (6.132 zaragozanos) «no es un fracaso», sino que es un porcentaje similar al de otras ciudades (Madrid, Valencia, La Coruña...) en sus primeras ediciones de procesos participativos.

El nuevo director de la cátedra de Participación Ciudadana –Enrique Cebrián sustituye desde hace pocos meses a Manuel Calvo– tiene ante sí el reto de simplificar los procedimientos y mejorar la comunicación de cara a próximas ediciones. La intención municipal es involucrar a los centros cívicos y los servicios de juventud en los procesos, lo que podría servir también para equilibrar la ‘denominación de origen’ de las propuestas, pues el año pasado hubo diferencias muy significativas. De las 1.484 propuestas que llegaron a los servicios municipales, el 23,4% procedían del Rabal y el Actur, mientras que apenas el 3,4% hacían referencia al –por lo visto– mucho más escéptico barrio de Las Fuentes.