La Federación de Asociaciones de Barrios de Zaragoza contó en su último pleno del 2017 con la asistencia del alcalde de la ciudad, Pedro Santisteve, y la concejala de Participación, Elena Giner. Ambos escucharon las quejas, peticiones y propuestas de los portavoces vecinales y señalaron los avances conseguidos en la ciudad a lo largo del año, como la creación del Distrito Sur, y los proyectos a incluir en los presupuestos municipales de 2018.

El representante de la AVV Entrelagos-Rosales del Canal, Mario Martín, aprovechó para recordar la necesidad de continuar con los plurianuales previstos en los presupuestos para que el anhelado centro cívico polivalente del barrio pueda empezar a ver la luz el año que viene. “Si lo estrenamos de verdad en 2019, como está planteado, sería un sueño”, comenta Martín, ya que es el año fijado para que esté terminada al menos la primera fase, que consiste en habilitar la planta baja.

El presupuesto municipal de 2018 (asciende a 753 millones de euros) aprobado inicialmente el pasado lunes 8 por la comisión extraordinaria de Economía del Ayuntamiento de Zaragoza incluye las enmiendas que han presentado los grupos municipales para incrementar la partida del centro cívico. En un principio, el programa de plurianuales contemplaba aportar a la obra solo 500.000 euros en 2018 y 900.000 en 2019.

El impulso de transformar el edificio municipal de Rosales del Canal, cuya construcción promovió Remar, en un centro cívico de usos polivalentes llegó a principios del año pasado. El consejero de Urbanismo, Pablo Muñoz, presentó entonces el Plan Director del proyecto que ha sido concebido desde un principio como “la creación de un espacio útil para todos los barrios del sur de la ciudad, porque la comunicación entre nosotros y Arcosur, Valdespartera y Montecanal es constante y tratamos de materializar ideas que nos beneficien a todos”, explica el representante vecinal de Rosales.  De este modo, el centro dará servicio a una población de unos 35.000 habitantes, los más de 5.000 de Rosales junto a los ciudadanos de los barrios del entorno.

El espacio cuenta con una superficie de 2.670 metros cuadrados, repartida en dos plantas y un sótano, y la obra está proyectada por fases. La actuación más urgente consistía en impermeabilizar la fachada, y tal y como expone Martín “había una partida municipal llamada ‘azoteas verdes’ que se pudo aprovechar para este asunto del centro cívico”. La insistencia de los vecinos para que el Ayuntamiento no deje aparcada la obra se centra en que “nos da miedo que el vandalismo y las inclemencias meteorológicas puedan destruir lo que ya está hecho, y eso no lo podemos permitir”.

Desde la asociación vecinal Entrelagos recalcan que “llevamos mucho tiempo luchando para que este sea un centro público y nuestro mayor deseo es que se termine de construir en los plazos marcados, sin paréntesis”. Además, añaden que actualmente “en Rosales del Canal no tenemos nada, por lo que la puesta en marcha de cualquier espacio es bienvenida”. En un principio, se ha planteado que el centro sirva para albergar una ludoteca, una biblioteca, almacenes, salas de reuniones, talleres, una casa de juventud, un centro infantil de tiempo libre y salas polivalentes.

“Aquí no tiene local ni la asociación de vecinos ni la peña del barrio, por lo que contar con espacios polivalentes que sean de utilidad para todos sería maravilloso”, apunta Martín, quien también señala que la población infantil abunda en Rosales y por ello es necesario que se programen “más actividades educativas y culturales que les proporcionen a los pequeños un entretenimiento más allá de salir a jugar a la calle”.

El colectivo vecinal recuerda que la puesta en marcha del centro cívico no es el único tema abierto en el Distrito Sur. A él se suma la problemática generada por el retraso de las obras de los colegios de Valdespartera y Arcosur, ya que a día de hoy  alrededor de 200 niños de Arcosur están escolarizados en aulas puente del colegio Rosales del Canal y 237 del Valdespartera 3 se encuentran en el Zaragoza Sur. “Dijeron que los centros iban a estar terminados en enero y se ve que avanzan, pero no han cumplido con las fechas”, dice Martín. Así pues, el vecindario de Rosales confía en que estos alumnos “puedan empezar a dar clase en sus barrios lo antes posible y en buenas condiciones”.