Una travesía reclamada como “calle mayor” por los vecinos de San José

Es una de las vías de mayor longitud y una de las más transitadas de la ciudad. La avenida de San José es el eje que vertebra un distrito lleno de historia y futuro.

Barrio de San José
La avenida de San José mantiene el ambiente de barrio y una intensa actividad comercial.
Oliver Duch

La configuración actual de la avenida de San José se encuentra ligada a una serie de circunstancias que se remontan varios siglos atrás en el tiempo. Tanto esta vía de la capital aragonesa como el barrio que vertebra deben su nombre al antiguo convento de San José de los Carmelitas Descalzos, fundado en 1594 junto al camino del Bajo Aragón, en la ribera derecha del río Huerva. Un edificio que resultó muy dañado durante la Guerra de la Independencia y que, tras la desamortización, se reconvirtió en presidio hasta el comienzo del siglo XX. Transformado después en cuartel militar, fue finalmente derribado a comienzos de la década de los 70.

Las referencias al pasado siguen presentes en esta vía, como atestigua la glorieta de La Balseta, en la zona donde se situaba el lavadero, hacia el tramo final de la avenida, conocido como la cuesta de Morón, por la fábrica de harinas de Antonio Morón situada en esta zona.

"La actual avenida de San José surge a raíz de la traída de agua del Canal Imperial a finales del siglo XVIII, ya que hasta entonces la zona en torno a este punto estaba vertebrada por el actual camino del Puente del Virrey y el camino de las Torres. Para llegar a este lugar tan alejado de la ciudad se establecieron entonces dos tramos para conectarlo: los que hoy son es el paseo de Sagasta y la avenida de San José. Esta última comenzó llamándose camino de Torrero, un acceso rural que conectaba el puente de San José sobre el río Huerva con el puerto de Torrero en el Canal Imperial", explica el historiador José María Ballestín.

"Con el paso del tiempo y el crecimiento de la ciudad, donde entonces apenas había unas pocas torres agrícolas a finales del siglo XIX, aparecieron alrededor de este camino las primeras viviendas, industrias, talleres e instalaciones en torno a esta vía, denominada inicialmente camino que conduce a Torrero; luego paseo de San José; y más frecuentemente camino de San José. Lo de avenida ya es algo más moderno, del siglo XX", añade.

La industrialización y el posterior éxodo rural que tuvo lugar en la décadas de los 50-60 del pasado siglo incrementaron la población de este distrito, que en la actualidad cuenta con un censo de 67.000 vecinos. La avenida de San José también constituyó uno de los núcleos de los llamados "cines de la periferia", recuerda Ballestín, con el Dux, (núm. 44), abierto en 1961 y clausurado en 1977; y el Rialto (núm. 177), que comenzó como cine de estreno en 1949; décadas después, durante la transición, se reinventó como cine de arte y ensayo; y desde 1984 hasta su cierre terminó reconvertido en una sala X.

Juan Carlos Crespo, miembro de la Asociación de Vecinos de San José, subraya que esta vía es "una de las avenidas más transitadas de Zaragoza porque siempre se ha considerado una travesía". "Históricamente –continúa–, el movimiento vecinal ha defendido que se transforme en la calle mayor del barrio y que no se utilice solo para atravesar una parte de la ciudad. Para ello es fundamental desdoblarla".

En otro orden, destaca el uso de la antigua harinera de Morón. "En su momento planteamos que no se construyeran allí viviendas y que se transformase en una ‘fábrica de artistas’, un equipamiento de ciudad dedicado a las artes plásticas", apunta Crespo.

Destaca también que la Asociación Vecinal de San José se muestra "a favor de la apertura de Tenor Fleta" y señala que "hay que apoyar la rehabilitación de viviendas dentro del barrio para que venga gente joven porque el envejecimiento es patente". Por ello, defiende la actividad del movimiento vecinal: "Vamos camino de los 50 años y para continuar mejorando necesitamos que los vecinos se mojen para reivindicar un barrio mejor".

Zona comercial

Paco Moles, vicepresidente de la Asociación de Comerciantes del barrio de San José, integrada por unos 150 establecimientos, calcula que en el barrio existen "alrededor de 1.000 comercios", un parte importante de ellos se encuentra en la avenida de San José. Sin embargo, indica que en esta vía "existen algunas tramos en los que comienzan a verse locales vacíos y persianas bajadas". "Lamentable, pero es así. Deberíamos ser más conscientes a la hora de seleccionar dónde compramos y valorar el trato y la cercanía que ofrece el comercio de proximidad", defiende.

Moles también señala como una desventaja para el comercio los problemas de aparcamiento. "No se puede parar a lo largo de toda la avenida. Es una circunstancia que frena a los clientes y merma un poco las posibilidades comerciales de la zona".

Una avenida de leyenda

Un hito relacionado con la historia de la música española tuvo lugar en esta vía a mediados de los 80. El 1 de mayo de 1985, en el pabellón de San José, en la esquina de la avenida con Cesáreo Alierta, el periodista y escritor Miguel Mena acudió para ver el segundo concierto de un prometedor grupo zaragozano, Héroes del Silencio, que actuaba como telonero de los granadinos 091.

"El primer concierto de Héroes del Silencio había tenido lugar un par de meses antes, el 10 de marzo, en el cine Pax, junto a Alphaville y Boda de Rubias. El promotor de esta segunda cita, Antonio Tenas, me comentó esa noche que se habían vendido 190 entradas. Me llamó la atención cómo se movía Bunbury, tocando el bajo en aquel sitio destartalado, como si estuviera en el Madison Square Garden. Ya brillaba como la estrella que es hoy", recuerda.

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