Condenan a 4 ligallos por una riña tumultuaria y absuelven a otros dos

La juez impone multas a los que admitieron los hechos y exonera al resto por no estar probada su presencia en el lugar.

El juicio se celebró en la Ciudad de la Justicia.
El juicio se celebró en la Ciudad de la Justicia.
Guillermo Mestre

Una pelea multitudinaria que se produjo en diciembre de 2015 en un bar de la calle de Héroes del Silencio entre hinchas radicales del Real Zaragoza y otro grupo de jóvenes se ha saldado con una condena para cuatro de ellos de sendas multas de 540 euros y la absolución de otros dos, al no haberse acreditado claramente que estaban en el lugar de los hechos. Los condenados –Fernando O. G., Víctor D. P., Sergio G. A. y Adrián M. T.– deberán indemnizar con 1.500 euros a un joven al que le tuvieron que dar 30 puntos de sutura en la cabeza y un codo y con 150 a una joven que recibió un puñetazo en la cara.

Durante la vista oral, celebrada a finales de noviembre, los cuatro reconocieron los hechos y, tras llegar a un acuerdo con las acusaciones públicas y particulares, estas últimas se retiraron de la causa y el ministerio público rebajó su petición de condena de cinco meses de prisión a multa.

Los que no quisieron sumarse al arreglo fueron Jesús B. M. y Gonzalo A. D., los cuales presentaron testigos que ratificaron su declaración de que esa noche no estaban en el lugar de la pelea. El primero se enfrentaba a nueve meses de cárcel ya que es reincidente y ha sido condenado, entre otros casos, a dos años de cárcel por dar una paliza con la hebilla de un cinturón a un joven en la plaza de San Felipe al que le gritaron en la cara ‘¡heil Hitler!’. En esta causa también fue condenado Adrián M. T.

En su sentencia, la juez mantiene que las identificaciones que los testigos hicieron de Jesús B. M. y Gonzalo A. D. no son lo suficientemente contundentes y echa de menos que no se practicaran ruedas de reconocimiento, lo que hubiera afianzado la certeza de las mismas. Explica que no puede fundamentar una condena en identificaciones fotográficas, sobre todo teniendo en cuenta que los que participaron en la riña tenían una estética similar, la pelea ocurrió dentro de un bar, con la iluminación propia de un local de copas, o en el exterior a las cuatro de la madrugada. Añade que la situación fue de riña tumultuaria, con golpes y lanzamiento de cristales, de lo que se deduce que habría confusión y movimiento. Para la magistrada, es relevante que Jesús B. M. y Gonzalo A. D. no estuvieran en el lugar cuando llegó la Policía y que una testigo situara en la escena a otro varón que estaba en el extranjero ese día.

La pelea se produjo en la madrugada del 13 de diciembre de hace dos años. Los acusados formaban parte de un grupo más amplio de personas y un joven que estaba celebrando un cumpleaños con amigos les llamó la atención por meterse con una chica. El joven recibió un puñetazo y a partir de ahí se montó una batalla campal que terminó con esta persona lesionada, así como una de sus acompañantes.

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