Los zaragozanos que ayer por la mañana paseaban por la plaza de España fueron testigos de una escena singular. Ángela, la obra del escultor Alberto Gómez Ascaso que fue instalada en este céntrico punto de la ciudad en el invierno de 2015, lucía un ‘outfit’ estupendo, teniendo en cuenta que ella es una estatua de bronce. Jersey de punto y una falda larga blanca, ésas fueron las prendas que alguien colocó sobre esta figura de mujer. Por lo que sea, esta pieza artística genera cierta atracción: hay que recordar que poco después de que fuera instalada en la plaza unos vándalos le arrancaron los brazos y necesitó que su creador volviera a trabajar sobre ella. Que duda cabe de que ahora quien quiera que le haya colocado la ropa ha sido mucho más indulgente con ella.