Miguel Ángel y María Luisa R. I., dos hermanos zaragozanos que son dueños de una empresa de máquinas recreativas, se enfrentan a dos años y tres meses de cárcel y a una multa de 3.840 euros. La Fiscalía les considera autores de un presunto delito de falsedad documental en concurso con otro de estafa procesal en grado de tentativa por haber falsificado las firmas de un contrato suscrito con el propietario de un bar para cobrar una deuda relacionada con la explotación de las máquinas.

Se da la circunstancia de que fueron los propios hermanos quienes iniciaron el procedimiento que ha motivado la causa porque en 2014 acudieron a un juzgado para cobrar la mencionada deuda y aportaron como prueba el contrato que está bajo sospecha. La parte contraria no reconoció su firma en el documento y por ello dio inicio al juicio celebrado este lunes en la Audiencia de Zaragoza. La defensa pide su absolución y la acusación particular dos años y nueve meses de prisión.