El chalé de Matías Bergua, de unifamiliar a centro de TVE en Aragón

El edificio, proyectado en 1930, ha quedado en desuso tras la marcha del centro territorial de RTVE al recinto de la Expo.

El chalé de Matías Bergua
El chalé de Matías Bergua
DPZ/Heraldo

La Corporación de Radio y Televisión Española inauguró el pasado mes en el recinto de la Expo las instalaciones de su nuevo centro territorial. Su traslado se produce 38 años después de que comenzara sus emisiones en su anterior ubicación, en el paseo Ruiseñores, 57-59.

En 1979, el centro regional de TVE en Aragón se estrenó con unas imágenes que dieron la vuelta al mundo: las del incendio del hotel Corona. Entonces, solo hacía una semana que había comenzado la programación regional del ente público en Aragón.

Aunque sus orígenes se remontan a 1958, cuando RTVE nombró corresponsal para Aragón al fotógrafo y cámara Miguel París, pionero de la televisión en esta Comunidad. Dos décadas más tarde, en 1977, se firmó un acuerdo entre el Ministerio de Cultura y las tres diputaciones provinciales aragonesas que permitió la instalación en Zaragoza de un centro regional. La Diputación Provincial de Zaragoza facilitó entonces un edificio de su propiedad, el chalé de Matías Bergua, para la puesta su puesta en marcha.

En un principio, sus emisiones fueron programas de carácter informativo y en los años siguientes se fueron sumando otros centrados en la cultura, el ocio y en temas relacionados con Aragón, como ‘Resurrección y vida de Joaquín Costa’, una reconstrucción dramatizada de la vida del político, historiador, jurista y economista aragonés Joaquín Costa, única serie producida por el centro regional de TVE en Aragón y grabada en Ruiseñores, 57-59.

Aquellas instalaciones, ahora desmanteladas, ya forman parte de la historia de la televisión en nuestra Comunidad. Pero además, el edificio tiene un pasado anterior que conviene recordar. El chalé de Matías Bergua, ejemplo de arquitectura racionalista proyectada por los arquitectos Rafael Bergamín y Luis Blanco, fue construido en la década de los 30 en una parcela triangular entre el paseo de Ruiseñores y el del Canal. El proyecto original comprendía una vivienda con sótano y dos plantas de 220 metros cuadrados cada una, una casa para el guarda, un garaje, un estanque y un jardín, entre otros elementos.

La obra de Bergamín, asociada al racionalismo madrileño, con ejemplos como la casa del Marqués de Villora (en la calle de Serrano, 130) o las colonias de casas baratas del Parque-Residencia también “pudo influir en la formación del arquitecto zaragozano José Borobio”, apunta Mónica Vázquez, profesora titular del Departamento de Historia del Arte de la Universidad de Zaragoza y autora del libro ‘José Borobio. Su aportación a la arquitectura moderna’ (Delegación del Gobierno en Aragón, 2007) que recoge parte de su tesis doctoral dedicada al arquitecto zaragozano.

Matías Bergua Oliván, médico -aunque no llegó a ejercer- y corredor de comercio altoaragonés fue quien mandó construir esta vivienda a Begamín, “uno de los arquitectos de la generación de 1925, integrada entre otros, por el zaragozano Fernando García Mercadal, que iniciaron el movimiento de renovación de la arquitectura española”, añade.

Las obras se iniciaron en junio de 1930 y se concluyeron en 1933. Está protegido por su interés arquitectónico, según recoge en el catálogo histórico artístico del Ayuntamiento de Zaragoza. En la vivienda unifamiliar “se diseñaron todos los elementos de iluminación indirecta y el mobiliario en madera y en acero, respondiendo al planteamiento de la arquitectura moderna, con soluciones como el diseño de amplios ventanales de vidrio, que perforan el muro permitiendo la iluminación directa del edificio. Por tanto, nos encontramos ante una especie de manifiesto ilustrativo del nuevo rumbo que debía seguir la arquitectura en Aragón”, señala Vázquez.

En el paseo de Ruiseñores también se construyó la vivienda para Pedro Hernández Luna, en el número 20, “en la actualidad transformada y convertida en la clínica de Nuestra Señora del Pilar, cuyo proyecto está fechado en agosto de 1931 y fue redactado por Regino y José Borobio Ojeda también atendiendo a planteamientos arquitectónicos deudores de la modernidad”, indica.

Convertido en checa durante la Guerra Civil

El chalé de Matías Bergua, apenas fue utilizado unos pocos años una vez finalizada su construcción, ya que durante la Guerra Civil fue incautado y utilizado como checa.

Tras la guerra, el edificio fue comprado por el doctor Andrés, quien instaló allí su clínica para enfermedades del tórax. También estuvo ocupado por una empresa petrolífera francesa en 1976, según detalla su catalogación municipal, hasta que finalmente la DPZ lo adquirió a la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Zaragoza, Aragón y Rioja, actual Ibercaja, y hasta entonces propietaria del inmueble.

La Diputación de Zaragoza ha alquilado estas instalaciones durante más de tres décadas a RTVE y sigue siendo propietaria del chalé de Matías Bergua. Por el momento, la DPZ no plantea nuevos usos para este espacio a corto plazo.

Reciente, CHA propuso la instalación en la antigua sede de TVE Aragón del futuro centro de interpretación y documentación sobre la Guerra Civil y la memoria histórica, cuya propuesta de creación fue recientemente aprobada en pleno de la DPZ por unanimidad, aunque su ubicación todavía está por decidir.

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