Horas de estudio que valen su tiempo en euros

El campus de Teruel de la Universidad de Zaragoza fue el primero que se sumó en 2011 a una iniciativa llamada Olimpiada Solidaria del Estudio, que consistía en que los alumnos pudieran ‘canjear’ por euros las horas dedicadas a hincar los codos, dinero que aportarían a posteriori las empresas participantes en la campaña, y que se destinaría a financiar un proyecto de cooperación planteado por la oenegé Coopera.

El ejemplo se extendió al resto de salas y bibliotecas de la Universidad de Zaragoza y en la última edición (que se ha organizado del 5 de noviembre al 5 de diciembre) han participado 5.064 estudiantes aragoneses que han logrado captar con sus horas de estudio 51.985 euros.

El resultado de la campaña fue presentada ayer por la vicerrectora de Estudiantes y Empleo de la Universidad de Zaragoza, Ángela Alcalá; el director de la ONG Coopera, David Chimeno; y el director de la Biblioteca de la Universidad de Zaragoza, Ramón Abad, muy satisfechos porque tanto el número de estudiantes que han colaborado como la cuantía captada (por horas de estudio) han ido en aumento.

Como datos curiosos, apuntó Abad, las bibliotecas o salas de estudio que este año han logrado un mayor número de horas canjeables por dinero han sido la de Veterinaria (con 8.409 horas/euros), la de Filosofía y Letras (7.438 horas/euros), la de Ciencias Sociales y del Trabajo (6.300 horas/euros) y la de Economía y Empresa, del campus Río Ebro (5.558 horas/euros). En el reto han participado un total de 5.064, casi 1.00 más que en la edición anterior.

David Chimeno detalló que este año, el dinero que aportarán las empresas colaboradoras en función de las horas de estudio consignadas se dedicará al programa de inserción ‘Watoto vuelve a la escuela’ un proyecto de reinserción educativa para 230 niñas de 2 a 16 años víctimas de abusos sexuales en la República Democrática del Congo.

Chimeno explicó que la idea es que en esta campaña se alcance la cifra de 600.000 euros gracias a la colaboración de los estudiantes de 14 países europeos (entre ellos España).

Por su parte, Ángela Alcalá destacó el aspecto solidario y colaborativo del proyecto y el hecho de que los alumnos estén "donando su propio trabajo". Recordó que la universidad debe hacer hincapié en la "educación inclusiva, en la formación en valores que estimulen que los jóvenes adquieran actitudes y comportamientos solidarios".

El plan fue ideado por Coopera como una herramienta para concienciar a la juventud sobre el 4º Objetivo de Desarrollo Sostenible, que pretende garantizar una educación inclusiva y equitativa.