La autopsia confirma que la muerte se produjo por varios golpes en la nuca

Los forenses no han podido precisar aún qué usó el homicida para causarle el traumatismo craneal. La Policía apura las 72 horas de detención y será hoy cuando lleve al sospechoso ante el juez.

Uno de los amigos de Víctor Laínez, con tirantes con la bandera española, en el cementerio de Torrero.
Uno de los amigos del fallecido, con tirantes con la bandera española, en el cementerio de Torrero.
Oliver Duch

La autopsia practicada al cadáver de Víctor Laínez, de 55 años, ha confirmado que su muerte se produjo por un traumatismo craneal y que recibió más de un golpe en la nuca. Según ha sabido HERALDO, los forenses no han podido concretar en su informe preliminar de qué tipo de objeto o herramienta se valió el autor del crimen para atacar a la víctima por la espalda la madrugada del pasado 8 de diciembre. Porque aunque los testigos hablan de una barra de hierro o un sillín de bicicleta como arma homicida, los especialistas del Instituto de Medicina Legal de Aragón (IMLA) se encontraron con un cuerpo bastante alterado por los tratamientos médicos y tendrán que estudiar con detalle las lesiones para poder ser más concretos.

El secreto de las actuaciones, de las que se ha hecho cargo el Juzgado de Instrucción número 12 de Zaragoza, impide saber si la Policía Nacional ha podido localizar la mencionada barra o sillín. De ser así, facilitaría mucho el trabajo de los forenses, ya que estos podrían comparar las marcas halladas en la parte trasera de la cabeza de la víctima con la forma de este objeto e interpretar cómo pudo producirse la brutal agresión. La recuperación del arma homicida permitiría también a la Policía Científica extraer muestras en busca de rastros genéticos.

En principio, la necropsia dice que fueron pocos los golpes que Víctor Laínez recibió en el cráneo. ?El dato es importante, ya que podría servir más adelante a la defensa para negar un posible ensañamiento del homicida sobre su víctima, quien tras recibir un primer impacto se desplomó sobre el asfalto de la calle Antonio Agustín de Zaragoza. El ataque sorpresivo parece descartar cualquier posibilidad de defensa por parte de Laínez, pero los forenses tampoco se han pronunciado todavía sobre este extremo. Lo que a priori se deduce de las explicaciones de los testigos es que el presunto homicida, Rodrigo Lanza Huidobro, un antisistema de 33 años y origen chileno, actuó con alevosía. De hecho, como adelantó HERALDO, a Víctor Laínez le atacaron por la espalda sobre las 2.30 cuando salía del bar de la zona de Heroísmo en el que su agresor le había reprochado que vistiera tirantes con la bandera de España.

La complejidad del caso y la necesidad de apuntalar todas las pruebas ha hecho que la Policía apure al máximo el plazo de 72 horas del que dispone para mantener detenido al presunto autor del crimen. De hecho, fuentes de la Jefatura Superior de Aragón indicaron que se prevé que sea a lo largo de la mañana de este jueves cuando la Brigada de Información lleve a Lanza ante el juez.

No ha trascendido si el sospechoso ha llegado a contestar a las preguntas de los investigadores, pero quien parece que sí lo hizo fue al amigo que le acompañaba cuando se produjo el primer altercado con Víctor Laínez en el bar Tocadiscos, así como en la posterior agresión. Este segundo joven fue llamado a declarar en comisaría el martes en calidad de investigado y con asistencia letrada. Y todo apunta a que habría colaborado en el esclarecimiento de lo sucedido, puesto que poco después quedó libre.

A tenor de las versiones de los testigos y del informe preliminar de autopsia, todo hace indicar que la Policía imputará a Lanza un delito asesinato, puesto que concurriría, al menos, la circunstancia agravante de alevosía. Es decir, el sospechoso se garantizó el medio para asegurar el resultado. Pese a haber sido condenado en 2006 a 5 años por el Supremo por las lesiones causadas a una agente urbano durante el desalojo de una casa okupa en Barcelona, no se le podrá aplicar la agravante de reincidencia, puesto que entonces se le imputó solo por lesiones y no por homicidio. Juan Carlos Macarrón, abogado de la familia de la víctima, afirmó ayer que este "ataque cobarde" debe acarrear la máxima pena que la ley permita.

Paciencia y respeto

La familia de Rodrigo Lanza emitió ayer un comunicado a través de Twitter en el que pide "paciencia" para dejar trabajar a la Justicia y muestra su respeto con "el dolor de la familia del fallecido". Los allegados del presunto homicida aseguran que no han podido hablar con él desde que fue detenido el pasado lunes y confían en poder escucharlo "para aclarar los hechos". "En cuanto tengamos información seguiremos comunicando", indican.

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