Casi 70.000 familias en Zaragoza viven ya en pisos de alquiler pese a la escasa oferta inmobiliaria de la ciudad

En el 28,2% de las casas, los inquilinos son parejas con hijos, frente a un 25% donde reside una persona. El sector comienza a girar hacia la compraventa, una opción todavía remota para muchos vecinos.

Zaragoza aporta también las políticas que desde el consistorio consideran que pueden exportarse a otras ciudades.
Vista panorámica de Zaragoza.
Oliver Duch

Cerca de 70.000 familias residen en Zaragoza en una vivienda de alquiler declarado, una cifra que no ha parado de crecer en los últimos años, en los que el sector se ha refugiado en los arriendos ante el desplome de la operaciones de compraventa por la crisis inmobiliaria. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en la capital aragonesa había el año pasado –último dato disponible– 68.200 núcleos familiares que eran inquilinos, 1.700 más que en 2014.

La tendencia es común al conjunto de Aragón, aunque se ha ido mitigando en los últimos años. En los peores momentos de la recesión, más de 30.000 familias pasaron a vivir de alquiler en la Comunidad –de poco más de 60.000 en 2012 a 92.083 dos años después–. Además, hay que tener en cuenta que todas estas cifras dejan fuera el importante mercado negro. Según la asociación Gestha, formada por técnicos del Ministerio de Hacienda, el 21,2% de los alquileres en Aragón no cuentan con contrato.

Ahora el crecimiento no es tan acusado, por la reactivación de las compras, pero sobre todo por la escasez de pisos de arriendo en el mercado inmobiliario de la ciudad. Como señala Fernando Baena, presidente del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Aragón, "sigue habiendo gran demanda de pisos en alquiler, y supera con mucho a la oferta". Su día a día al frente de una inmobiliaria le dice que "el piso medio, el más buscado, ronda los 500 o 600 euros al mes y está bien equipado", y eso hoy en día "hay grandes problemas para encontrarlo", señala.

Sobre todo en las zonas más buscadas, que Baena localiza "en el distrito Centro, evidentemente, y en los barrios más consolidados, con buenos servicios y comunicaciones, como Universidad, Romareda o el Actur".

El perfil del inquilino

En cuanto al tipo de núcleo familiar que paga un alquiler todos los meses por una vivienda, el perfil mayoritario en la capital aragonesa es el de parejas con hijos, casi 20.000 casos (28,2% del total de arriendos). Le siguen de cerca hogares donde solo vive una persona (25,6%), una fórmula al alza, ya que son casi 2.000 hogares más que el año pasado, formados principalmente por menores de 30 años y mayores de 70.

Además, según el INE, el 18,4% de los inquilinos zaragozanos son parejas sin hijos, y un 11% lo representan familias monoparentales.

Suben los precios

La consecuencia de la alta demanda es la habitual en cualquier mercado: sube el precio. Solo en el último año se ha encarecido el alquiler en la ciudad entre un 7% y un 10%, según el estudio que se consulte, lo que lo sitúa entre 600 y 700 euros al mes. Una realidad que está llevando a muchos inquilinos a plantearse la firma de una hipoteca. "Sucede siempre que el alquiler tiende a subir el precio, la gente se lo piensa y calcula que por poco más al mes puede hacerse con un piso en propiedad", comenta este experto.

Una percepción que se ve reflejada en las estadísticas. Aragón es la comunidad en la que más creció la venta de viviendas en el primer semestre de 2017, un 28,8%, once puntos por encima de la media nacional, que se quedó en el 17,3%, según un estudio de BBVA Real Estate.

La paulatina recuperación del mercado laboral y apertura al crédito de las entidades financieras ayudan a este giro en el sector inmobiliario, y por extensión, al del ladrillo. El ritmo de concesión de licencias de construcción por parte del Ayuntamiento augura mejores cifras que en ejercicios anteriores. Hasta septiembre se habían otorgado 947, por las 1.344 de todo 2016.

Ayudas para solo el 25% de los solicitantes

La falta de recursos para adquirir un piso, en especial durante los años más duros de la crisis, ha llevado a miles de familias a convertirse en inquilinos. Como consecuencia, la demanda ha superado con creces a la oferta de pisos en alquiler, lo que ha encarecido los precios en la capital aragonesa.

De ahí que las ayudas públicas sean básicas para muchos hogares. Tanto el Gobierno de Aragón como el Ayuntamiento de Zaragoza cuentan con partidas económicas para sus respectivas convocatorias, pero un año más se ha puesto de manifiesto que son insuficientes. En el caso del Consistorio, las ayudas para jóvenes inquilinos solo beneficiaron al 27% de los solicitantes. De ahí que el equipo de gobierno de ZEC haya incrementado en 105.000 euros, hasta los 350.000, la partida de 2018.

El porcentaje de cobertura es similar en la DGA. Los 7,6 millones que destina el Ejecutivo autonómico para estas ayudas solo alcanzaron a uno de cada cuatro candidatos. Y eso que en los dos últimos años el presupuesto ha crecido un 58%. Todo apunta que las nuevas cuentas reflejarán otro aumento

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión