La DGA descarta prolongar las cercanías hasta Alagón por su coste millonario y baja demanda

Un estudio cifra la inversión en 14,7 millones y vaticina pérdidas aunque hubiera trasbordos con los buses rurales. Captaría menos de mil viajeros al día, que solo llenarían 4 de las 40 trenes necesarios.

Fuente: Consorcio de Transportes del Área de Zaragoza
La DGA descarta prolongar las cercanías hasta Alagón por su coste millonario y baja demanda
Heraldo

El Gobierno de Aragón ha descartado finalmente prolongar la línea de cercanías Casetas-Miraflores hasta Alagón porque no le salen los números. Las arcas públicas deberían destinar 14,7 millones de euros a sufragar las obras necesarias y las pérdidas serían perpetuas, ya que apenas se llegaría a ocupar 4 de las 40 expediciones necesarias para cubrir el servicio. Así lo certifica un estudio del Consorcio de Transportes del Área de Zaragoza (CTAZ), que concluye que ni siquiera trasbordando al tren a todos los viajeros de las autobuses rurales del eje del Ebro, las comarcas del corredor del Ebro, Valdejalón, Campo de Borja y Tarazona se podría garantizar una demanda mínima "para un sistema de alta capacidad como es el ferroviario".

El exhaustivo informe, encargado a la consultora Idom, analiza la viabilidad del proyecto de creación de un nudo intermodal en la antigua azucarera de Alagón, por el que los viajeros de las comarcas colindantes llegarían en sus coches y en las líneas regulares de bus a una nueva estación para subirse a los cercanías. Tras analizar dos posibles escenarios, el documento determina que "ninguno presenta unos indicadores económicos, financieros, de gestión, ambientales y sociales que justifiquen un cambio del servicio actual". De hecho, estima que resulta "más ventajoso" mantener la situación actual.

Pese a la creencia generalizada, prolongar las cercanías hasta Alagón no se puede hacer sencillamente haciendo que los trenes lleguen hasta la estación. Para ello, haría falta construir una vía de apartado para el estacionamiento de los convoyes y, como falta espacio, habría que ocupar la actual estación y levantar otra. Además, haría falta construir un apeadero en La Joyosa, adaptar la terminal de Casetas y levantar otra para los autobuses en Alagón, que necesitarán, además, un nuevo acceso viario desde la A-68. En total, la factura se iría a los 14,7 millones.

Además, se estima un plazo mínimo de seis años para poner en marcha el nodo intermodal, aunque se advierte de que podría demorarse "significativamente" al requerir la coordinación de más de cinco organismos públicos.

La ganancia solo sería evidente para los vecinos de Alagón, Épila y La Almunia, que con el tren llegarían mucho antes de lo que ahora lo hacen en autobús, con un ahorro que llega a la media hora. El informe compara los tiempos de viaje a distintos centros administrativos, educativos, sanitarios y comerciales de Zaragoza y evidencia que para la mayoría de municipios incluso se tardaría más que ahora: hasta doce minutos en función del destino. "El nodo intermodal supondría una mejora de las condiciones del núcleo de Alagón, en detrimento de los más pequeños y alejados", apunta.

En total, se podrían captar entre 271.080 y 284.028 viajeros al año, lo que supone una demanda diaria de entre 882 y 925 personas. Es decir, apenas se llenarían 4 de las 40 expediciones diarias de ida y vuelta, necesarias para atender el mismo servicio que se presta ahora íntegramente por carretera. Los usuarios tendrían un tren cada hora, aunque se aumentarían en los tramos de mayor demanda, y tendrían un bus para ir a su pueblo como ahora, pero esperándolos en Alagón.

El informe señala que a las abultadas pérdidas actuales, que no se llegan a tener en cuenta en el análisis, aumentarían entre 9.000 y 36.300 euros anuales.

Como contrapunto, se reduciría la contaminación y el riesgo de siniestralidad, pero la rentabilidad socioeconómica no llegaría ni a la mitad del valor recomendado por la Comisión Europea. "En caso de no contemplar el valor residual de la inversión al final del proyecto, la Tasa Interna de Rentabilidad (TIR) socio-económica sería negativa", añade.

El alcalde asume la decisión

Ante este panorama, el Gobierno de Aragón ha descartado la ampliación hasta Alagón y sigue adelante con la reordenación de las concesiones de bus, que expiran a fin de año.

Pese a ser una de sus promesas electorales, el alcalde de Alagón, el socialista José María Becerril, asumió la decisión por la "inviabilidad" del proyecto ante la inversión millonaria necesaria, la escasa demanda y la "baja" rentabilidad social, que no llega ni a la mitad de los parámetros europeos. Becerril, que se reunió la semana pasada con el consejero de Vertebración, José Luis Soro, señaló que la solución pasa por reforzar el actual servicio de bus.

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