El deterioro del arbolado se agudiza en los barrios sin un plan especial de poda a la vista

Los desacuerdos entre el equipo de gobierno de ZEC y FCC, empresa encargada del mantenimiento de los parques y jardines de buena parte de la ciudad, está agudizando el deterioro del arbolado de la capital aragonesa. Mientras se decide si se municipaliza el servicio –opción prácticamente descartada por falta de apoyos al gobierno– o se convoca un nuevo concurso, muchos ejemplares siguen sufriendo una falta de mantenimiento que ha ocasionado el desplome de algunos de ellos en los últimos meses.

Según los informes técnicos de FCC, la ciudad cuenta con cerca de 10.500 árboles en riesgo de caída. Son los pertenecientes a la categoría D, que requieren de una actuación, si no inmediata, sí a corto plazo para evitar males mayores. Así ocurrió el pasado mes de junio, cuando un hombre de 73 años resultó herido grave al caerle encima un árbol en el camino de las Torres. El verano fue especialmente problemático por las fuertes rachas de viento, la sequedad del terreno y la falta de mantenimiento, que provocaron el desplome de numerosos ejemplares.

Alberto Cubero, concejal de Servicios Públicos, se negó en un primer momento a lanzar un plan de poda extraordinario, postura que finalmente rectificó, al anunciar una partida específica para llevar a cabo los trabajos, previstos para este otoño. Sin embargo, la falta de acuerdo entre el Consistorio y la empresa han dado al traste con el citado plan, que no se podrá ejecutar, al menos, hasta mediados del año próximo, cuando se espera que se publique el nuevo pliego de condiciones.

Según los trabajadores, esta situación está afectando especialmente a los barrios consolidados, donde los árboles tienen mayor antigüedad y tamaño, y en los parques donde, apuntan, los chopos son las especies que más avisos vecinales están ocasionando por el riesgo de desplome. Una percepción que confirman los informes de la empresa, que reflejan cómo solo en el barrio de Torrero existen casi 800 ejemplares de categoría D, es decir, los más deteriorados. En San José superan los 250, con zonas concretas donde se acumulan decenas de unidades en peligro, como en los aledaños del colegio Calixto Ariño o del centro cívico Teodoro Sánchez. Lo mismo ocurre en el entorno del parque Bruil, donde se pueden encontrar 175 árboles en riesgo, o en el barrio de Santa Isabel, con más de 165 ejemplares que requieren una actuación inmediata. Según los podadores, tan solo los barrios nuevos de la ciudad, como los del sur, se libran de momento de estos problemas, por la escasa edad y altura de los árboles.

En cuanto al tipo de especie, además de los citados chopos, los pinos siguen siendo los más delicados, por lo que ya hace tiempo que se decidió no plantar ninguno más e ir sustituyendo los viejos. Además, tal y como recogen los informes, plataneros y ailantos también destacan por su mal estado.

Más inversión

José Luis Muro, presidente del comité de empresa de FCC Parques y Jardines, señala que "desde los recortes en la contrata que se hicieron hace años, hay menos recursos y menos personal, lo que está perjudicando al servicio". A su juicio, las brigadas de poda actuales son "insuficientes", tanto las de calles, como la única que se encarga de los parques o las que atienden los avisos de emergencia. Con la contratación de más trabajadores, asegura Muro, "se bajaría el ciclo de poda de la ciudad de ocho años a prácticamente la mitad, en torno a los cuatro".

Una visión compartida por el equipo de gobierno de ZEC. Fuentes del área de Servicios Públicos señalan que la partida para el mantenimiento de parques y jardines ha llegado a superar los 16 millones de euros en el pasado, frente a los diez actuales, con los que "se hace lo que se puede" porque, además, recuerdan que "no solo la poda afecta al estado de los árboles, también el riego, la elección de las especies...". Por ello, el Ayuntamiento contempla un incremento de la partida presupuestaria para el próximo contrato con el que "mejorar el servicio de forma estructural" más allá de planes de actuación puntuales.