La muestra de Navidad abrirá el día 1 con el reto de superar las 370.000 visitas

Por la plaza del Pilar ya asoman las bufandas e, incluso, los primeros pastorcillos perdidos en su camino a Belén. El adviento, más precoz cada año, comienza a invadir el salón de la ciudad, que albergará a partir del próximo 1 de diciembre la décima muestra navideña de Zaragoza. No habrá grandes novedades respecto al año pasado, dado que el contrato de la feria es exactamente el mismo e incluye la consabida pista de hielo, el tobogán de trineos neumáticos o el mínimo de 40 puestos artesanos.

Lo único destacable es que habrá una mayor oferta cultural, sobre todo, infantil para "convertir este espacio de ocio en algo más". Así, en Zaragoza Cultural estudian propuestas en la línea de iniciativas como la de ‘Cuentos al viento’, que hizo que el año pasado la plaza del Pilar rebosara de chavales disfrutando de literatura.

También anunció el concejal Fernando Rivarés hace pocos días que, dentro del plan de promoción de la lengua aragonesa, se podría poner en marcha "una programación tradicional en aragonés para esta Navidad y para las fiestas locales". En este sentido, es probable que el pasacalles de la Tronca –con su cierzo, sus duendes pirenaicos y sus caramelos– gane protagonismo.

Por contrato se exige, además, que el 80% de los artistas que actúen en los espectáculos de la muestra navideña sean aragoneses, por lo que es seguro que la banda que anime la Nochevieja municipal será del terruño y que habrá actividades y talleres vinculados, por ejemplo, con la cabalgata de Reyes, como ya se hizo el año pasado con la visita de los divertidos emisarios de Oriente de la PAI, que ayudaron a los más pequeños a escribir y decorar las cartas para Sus Majestades. En este sentido, una de las primeras actividades ya anunciadas es un ‘show’ de cuentacuentos que se llevará a cabo en el museo de Pablo Gargallo, donde se repasarán personajes mágicos y tradiciones navideñas de diferentes rincones del mundo.

Toboganes y patines

De vuelta a los reclamos de la feria en sí, cuentan fuentes municipales que "se vigilará especialmente que los productos que se vendan tengan que ver con la Epifanía y el adviento" y explican también que cada año se intenta rebajar el número de bares y tabernas para no contrariar a los negocios de hostelería de la zona, que pagan sus impuestos y levantan la persiana todos los días del año.

El extra añadido por primera vez en la feria de 2016, ese parque multiaventuras con tirolinas, parece que no funcionó todo lo bien que la empresa concesionaria quisiera, por lo que está replanteándoselo para esta nueva edición. Además, el parque obligó a trasladar la pista de hielo –habitualmente junto a la Delegación del Gobierno– a la fuente de la Hispanidad, zona que este año será menos transitable porque esta misma semana comenzará a levantarse la carpa provisional para las obras del Mercado Central.

Respecto a las cifras, el Consistorio sostiene que los distintos espacios de la plaza del Pilar rozaron el millón de visitantes el año pasado. En concreto, dicen que la muestra navideña recibió 378.000 visitas (un 8% más que en 2015) y que el Belén fue recorrido por 260.000 personas a lo largo de los 38 días que estuvo instalado. La pista de hielo estrenó ubicación y alcanzó los 17.000 intrépidos patinadores, mientras que 7.200 niños se montaron en los ponis ecológicos.

La afluencia, no obstante, depende mucho de que no haga frío ni haya niebla en los puentes navideños (el de la Constitución y, después, Nochebuena y Reyes), si bien es cierto que en las últimas tres ediciones el número de visitantes ha superado holgadamente las 300.000 personas.