Conmutan la pena de muerte contra un bloguero mauritano condenado por blasfemia

Durante los últimos meses se han producido concentraciones en las calles de Nuakchot y otras ciudades del interior del país para exigir "la ejecución del apóstata".

Un tribunal mauritano conmutó por dos años de prisión la condena a muerte dictada contra el bloguero Mohamed Cheij uld Mjaitir, autor de un artículo considerado insultante hacia el profeta Mahoma.

El Tribunal de Apelación de Nuadibú (470 kilómetros al norte de Nuakchot) condenó también al joven a pagar una multa de 60.000 ouguiyas (unos 145 euros), según informaron  fuentes judiciales.

El caso comenzó en enero de 2014, cuando este joven, de unos 30 años de edad, publicó un texto, abundantemente reproducido por los medios de comunicación del país, en el que acusaba a Mahoma de haber incurrido en prácticas discriminatorias contra los no árabes.

Fuentes judiciales explicaron que la sentencia significa que Mjaitir será liberado porque ha cumplido ya cuatro años en prisión preventiva, pero por el momento se desconoce su paradero.

Tras publicar su artículo, que provocó una intensa movilización popular para pedir su ejecución, el bloguero fue detenido en Nuadibú, capital económica de Mauritania, antes de ser juzgado, el 24 de diciembre de 2014, por un tribunal militar que le condenó a muerte por "apóstata".

La defensa del bloguero recurrió la sentencia y el Tribunal de Apelación de Nuadibú confirmó, en un primer juicio, la pena el 21 de abril de 2016, aunque el cargo en su contra pasó a ser el de "infiel", término menos duro, al tener en cuenta su arrepentimiento.

El caso fue trasladado a continuación al Tribunal Supremo, la instancia jurídica más alta del país, que indicó haber detectado "errores" en el veredicto y, en una sesión celebrada el pasado 31 de enero, ordenó la repetición del proceso de apelación ante distintos jueces del mismo Tribunal de Nuadibú.

Este nuevo proceso, que empezó el pasado martes, se desarrolló bajo unas condiciones de seguridad expresamente reforzadas con el fin de controlar a las multitudes que exigen la ejecución de Mjaitir.

Durante los últimos meses se han producido concentraciones en las calles de Nuakchot y otras ciudades del interior del país para exigir "la ejecución del apóstata".

Las mezquitas en las que se efectúan las oraciones de los viernes han constituido un punto de partida habitual de estas manifestaciones.

Los ulemas mauritanos también se han unido a esta movilización mediante la proclamación de fatuas (dictamen religioso) que preconizan, de manera casi unánime, que el insulto a los profetas debe castigarse inequívocamente con la muerte y que el arrepentimiento no basta para anular la pena.

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