Un agresor sexual se sienta en el banquillo por tercera vez en seis meses

Francisco Manuel Cruz Martínez se sentó este miércoles en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial de Zaragoza. No era una situación nueva para él: es la tercera vez que pasa por los juzgados en los últimos seis meses. El joven, de 23 años de edad, ha sido condenado en tres ocasiones por abuso sexual y esta mañana iba a ser juzgado por la Sección Tercera por una causa idéntica, aunque al final el juicio se ha suspendido.

En esta ocasión, a Francisco Manuel Cruz se le acusa de haber abusado de una chica de 16 años de edad el 21 de junio de 2016. La joven regresaba a su casa situada en el barrio de San José alrededor de las 23.00 cuando, presuntamente, el acusado la abordó en el momento en el que se disponía a entrar al portal. Agarrándole fuertemente del brazo, consiguió colarse al interior de la finca, arrinconar a la chica, levantarle la camiseta y tocarle un pecho.

La chica comenzó a pedir auxilio y fue precisamente su madre quien, alertada por los gritos, bajó hasta el portal en su ayuda. La progenitora llegó a ver al agresor, que tras los hechos reseñados salió corriendo del portal de la vivienda.

Por estos hechos, el fiscal ha pedido para Francisco Manuel Cruz Martínez una pena de cinco años de prisión por abuso sexual y ha solicitado que se le aplique la atenuante de trastorno psíquico.

La vista no se ha celebrado este miércoles porque la tutora legal del acusado, quien padece un trastorno desde la infancia que le causa un retraso mental leve y un déficit intelectual y de control de sus impulsos y está incapacitado, no se ha personado en la Audiencia Provincial. El juicio se ha suspendido y se celebrará el próximo 21 de diciembre.

Dos condenas en mayo

La primera condena contra Francisco Manuel Cruz por abuso sexual se firmó en 2015 y el pasado mes de mayo tuvieron lugar las otras dos sentencias firmes condenatorias que pesan sobre el joven. En uno de los últimos juicios reconoció que abordó a una niña de 12 años de edad en la puerta de un edificio del camino del Puente Virrey a plena luz del día y le efectuó tocamientos en los pechos por encima de la ropa. El otro juicio se celebró a puerta cerrada, por lo que no trascendieron detalles de los abusos ni la edad de la víctima.