Los bares con libros se extienden por Zaragoza

Se trata de los denominados ‘Books & Coffee’, cafeterías que cuentan con librerías cargadas de obras literarias de opciones de lo más variadas.

Café de Momo
Café de Momo
C. I.

En la capital aragonesa contamos con muy pocos de estos establecimientos, pero muy variados. Uno especializado en literatura infantil, otro que ofrece desde clásicos a libros recién publicados, poesía, geografía o historia. Una opción diferente para pasar un rato agradable en un ambiente distendido.

En los últimos tiempos la moda de los denominados ‘bares para leer’ o ‘bares librería’ se ha ido extendiendo en la ciudad. Se trata de locales en los que cuentan con su barra, las mesas y sillas habituales, pero en los que nos encontramos con un espacio destinado única y exclusivamente a los libros.

Precisamente uno de los primeros locales que abrieron en la capital aragonesa apostando por esta nueva moda fue El rincón de Momo, hace ya 5 años. Se trata de un espacio híbrido localizado en calle Santa Teresa de Jesús en el que cohabitan la zona de cafetería con exposiciones culturales y una gran cantidad de libros con la posibilidad de leerlos en su interior, intercambiarlos o tomarlos prestados para su lectura.

Además, la decoración de El rincón de Momo está inspirada en el reconocido libro ‘Momo’, de Michael Ende, que protagoniza sus paredes con frases e ilustraciones. “Este local ha cambiado mucho desde 2012, cuando abrimos. Al principio la biblioteca estaba prácticamente vacía y se nutría de donaciones de nuestros clientes. Hoy casi no caben”, explica Ramona Postelnicu, una de sus socias fundadoras. Según señala, se trata de un negocio inspirado en establecimientos que se encuentran con facilidad por varios países de Europa.

“Empezó como un complemento del bar y ahora es un espacio fundamental”, asegura la empresaria. Además, con el tiempo han incluido un servicio de préstamo que tiene un coste de 2 euros, que se devuelven cuando regresa el volumen. “También hay quienes realizan consultas, sobre todo de viajes o de arte, de los que contamos con varios ejemplares”, añade Postelnicu.

Otra cafetería que ha decidido apostar por los libros como alma mater del establecimiento es Dídola Café, en este caso en el barrio del Actur y con una temática muy concreta: la literatura infantil y los libros ilustrados. La idea surgió hace dos años de la mano de la periodista zaragozana Cristina Pemán. “El objetivo es fomentar la lectura en familia y acompañarla, de paso, de una deliciosa merienda”, asevera.

Además de ofrecer ejemplares para lectura durante la estancia en la cafetería, en su caso incluyen la opción de venta de libros ilustrados y de crianza con más de 70 referencias distintas: “Nos centramos en unos grupos de edad muy concretos –desde lectura para bebés hasta 15 años- basados en la selección de Javier Carilla, de ‘De Letras Ilustradas’.

“Queremos que los más pequeños vean la lectura como otra forma de jugar o de emplear su tiempo libre, algo que sí se encuentra con facilidad en ciudades más grandes como Madrid, Barcelona o Valencia”, asegura. Sin embargo, la zaragozana asegura que, lamentablemente, se trata más de una apuesta personal que de una cuestión lucrativa. “Lo mejor es que se consigue que los niños se pongan a leer con sus padres, y que durante ese tiempo dejen los juguetes y las pantallas al tiempo que socializan mientras cultivan un hábito. No es leer por leer, sino leer con ellos”, concluye.

Café- Bookcrossing

También hay algunos locales que, a pesar de tener un concepto más tradicional, han decidido apostar por esta oferta para contribuir al fomento de la lectura como Sobrarbe 63, una cafetería de las de toda la vida ubicada en el barrio del Arrabal en la que recientemente se incluyó una biblioteca ‘Bookcrossing’. “Hace dos años surgió la idea porque teníamos un espacio que no se empleaba y queríamos darle una salida cultural para el barrio”, asegura Raúl García, su encargado.

Aunque al principio resultó una iniciativa “un poco chocante”, ya que “los clientes habituales no sabían si estaban a la venta o eran para llevar a casa”; sin embargo, en la actualidad asegura que hay clientes que se acercan de propio para tomar prestada alguna de las novedades: “Tenemos más de 60 libros de todo tipo, desde infantil a novelas o libros de deporte”.

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