¿Cuál es el baño de chicos y cuál el de chicas?

La normativa urbanística es estricta sobre los aseos públicos, pero en la cartelería cada vez más gana la imaginación.

Aseos del restaurante Il Principale, de Zaragoza.
Aseos del restaurante Il Principale, de Zaragoza.
P. F.

"A veces la gente se queda mirando las puertas y pregunta que cuál es el baño de chicos y cuál el de chicas", reconoce entre risas Alba Tirado, dueña del bar La jaula de grillos (en la calle Juan Bruil). En su local no hay carteles en los baños, sino collages con fotos de amigos, amigas y familiares. "Cuando monté el bar, quería decorarlo de forma un poco original. Así me siento acompañada por mi gente", señala. La normativa urbanística sobre aseos en equipamientos y locales es estricta, pero en la cartelería manda la imaginación. Y cada vez hay más.

El Ayuntamiento de Zaragoza anunció este lunes que se plantea cambiar los carteles de los aseos de las instalaciones municipales para que recojan una mayor diversidad de identidades sexuales.Y como primer paso se van a realizar unas intervenciones artísticas en cuatro centros municipales, dentro del proyecto Inesperadxs: la Casa de la Mujer, Etopia, el Centro de Historias y la Harinera. En los baños de la Casa de la Mujer ya se pueden ver unos vinilos realizados por María Bastarós y Álvaro Albajez que muestran esta diversidad.

Normativa de 1976

La normativa obliga a separar los aseos por sexos en los lugares públicos. En realidad no hay una ordenanza específica sobre los aseos públicos y el Ayuntamiento se rige por una circular de 1976 de la Dirección General de Sanidad del Ministerio de Sanidad, según explican desde el área de Servicios Públicos.

Según estas normas, "los aseos y y servicios sanitarios deberán ser independientes para cada sexo y hallarse claramente diferenciados con letreros indicadores. Las entradas se dispondrán de forma que sus interiores no se puedan observar desde lugares de paso o trabajo, admitiendo para ello el empleo de mamparas y anteservicios". Estas normas son de obligado cumplimiento "en todos los establecimientos industriales, comerciales y de servicios, tanto públicos como privados". Las instrucciones especifican cómo han de ser los urinarios, los azulejos, las medidas y hasta las toallas, pero no dicen nada más sobre los carteles.

La imaginación va ganando terreno en los carteles de los aseos de muchos bares y restaurante. Mucha gente también duda en los baños del restaurante italiano Il Principale (en la calle Verónica), con dos puertas decoradas con un plato y una cuchara (para ellas) y un plato y un tenedor (para ellos).

En la cafetería Dídola (calle María Montessori) se nota el amor por la literatura infantil y juvenil hasta en las puertas de los baños. "El de los chicos es Max, por el protagonista de 'Donde viven los monstruos'. Y el de chicas, Alicia, por 'Alicia en el país de las maravillas'", cuenta su impulsora, Cristina Pemán. Esta hostelera se lamenta de que la normativa urbanística es muy estricta y, en su caso, no le dejaron poner un acceso unisex con un cambiador de bebés en la zona de paso común para ambos baños.

Camino al baño

"En las puertas de los baños hay carteles muy bonitos y originales", asegura Sandra Araguás, cuentista oscense, que comenzó un curioso proyecto hace más de dos años. Colecciona fotos de carteles de los baños. Ha reunido más de 400 fotos de locales aragoneses y de otros puntos bajo el título de 'Camino al baño', y las cuelga cada martes en su página de Facebook.

"Todo esto empezó casualmente en la Feria del Libro de Tauste. Fuimos a comer a un bar y vimos que en los baños tenían dos carteles diferentes: de Caperucita Roja y del Lobo feroz. Me pareció muy original y desde ese día me voy fijando en todos los carteles. Mis amigos también van con la cámara a los baños y me mandan fotos de los carteles que encuentran en sus viajes", explica.

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