Condenado dos veces en cuatro meses por hacer la vida imposible a su vecino

Primero lo amenazó de muerte y le intentó derribar la puerta de casa en plena madrugada. Ahora, le imponen tres meses de prisión por darle un puñetazo en el rostro, romperle las gafas y causarle un desgarro de retina.

Agresor y víctima residen en este edificio de la calle de Alfonso Villalpando del barrio Oliver de Zaragoza.
Agresor y víctima residen en este edificio de la calle de Alfonso Villalpando del barrio Oliver de Zaragoza.
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La Justicia acaba de condenar por segunda vez en cuatro meses a un inquilino del número 3 de la calle de Alfonso Villalpando, en el barrio Oliver de Zaragoza, por hacer la vida imposible a su vecino. Primero fueron dos multas: una por insultarle y amenazarlo de muerte y otra por aporrear e intentar derribar la puerta de su casa en plena madrugada armado con un cuchillo. Ahora, el Juzgado de lo Penal número 5 ha impuesto a Manuel H. B. una segunda pena de tres meses de cárcel y el pago de 1.750 euros de indemnización por abordar al denunciante en la escalera, romperle las gafas de un puñetazo y causarle un desgarro de retina del que tardó en recuperarse mas de un mes.

Para evitar que hechos como los acontecidos vuelvan a repetirse, la última sentencia prohíbe a este hombre comunicarse de cualquier manera con la víctima durante un periodo de dos años. Sin embargo, al no haberse impuesto ninguna medida de alejamiento, el agredido seguirá teniendo a su atacante dos pisos más abajo.

«La situación es insufrible y me preocupa mucho cómo pueda acabar», reconoce Javier Rodríguez Domínguez, abogado del denunciante. El letrado recuerda que la vivienda que ocupa en régimen de alquiler el condenado está gestionada por la Sociedad Municipal de la Vivienda y que las quejas en la comunidad por su comportamiento son constantes.

Los hechos por los que ha recaído esta segunda sentencia condenatoria sobre Manuel H. B. se produjeron el 10 de mayo de 2016, solo tres días antes de que agresor y víctima fueran a verse las caras en un nuevo juicio. Como recoge la sentencia, el primero estaba subiendo unos muebles a su vivienda cuando se cruzó con el denunciante en la escalera. Tras una retahíla de insultos, el acusado, de 21 años, lanzó un puñetazo contra el rostro de su vecino rompiéndole las gafas y causándole el desgarro de retina.

El agresor ha denunciado varias veces a su vecino para intentar demostrar que las agresiones y amenazas son mutuas. Pero los tribunales no le han dado nunca la razón. De hecho, la Audiencia Provincial de Zaragoza, ante la que recurrió su anterior condena, acaba de desestimar su recurso negando cualquier responsabilidad penal de quien ha sido siempre víctima.

Según el fallo de la Sección Tercera, la madrugada del 22 de junio de 2015, Manuel H. B.  y un grupo de unas diez o quince personas se presentaron en el portal del edificio de la calle de Alfonso Villalpando sobre la 1.00 y comenzaron a dar gritos. Se habían dejado las llaves de casa y pretendían despertar a un familiar para que les abriera. Pero debió de ser de las pocas personas que no se enteró del griterío, porque varios inquilinos del inmueble se asomaron a la ventana y les abrieron.

Como las voces no cesaban, el compañero de piso del denunciante les pidió que callaran. Pero aquello no gustó al agresor, que tras proferir expresiones como "salid payos de mierda que os vamos a matar" subió a casa de sus vecinos y desencajó la puerta de entrada a golpes. Tras causar los daños, la cosa no llegó a más porque les advirtieron de que acababan de llamar a la Policía.

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