¿Cuál será la mejor tortilla de patata de Zaragoza este año? Precisamente esto es lo que se pretende descubrir por tercer año consecutivo gracias a la inusual competición de la Liga de la Tortilla en la que, en esta ocasión, participan más de 60 establecimientos de la capital aragonesa. El año pasado fue el Bar Coscolo el que se hizo con el codiciado título.

“Se trata de una propuesta de ocio que pretendemos consolidar en la ciudad para elevar el nivel y la calidad de las tortillas de patata que en ella se ofertan”, explica José Miguel Martínez Urtasun, editor de la revista 'Gastro Aragón', organizadora del evento. Y para ello, andan en busca de degustadores de tortilla que, durante el mes que dura la competición, hagan de árbitros de la liga gastronómica.

El funcionamiento es sencillo, desde el 18 de septiembre cada árbitro deberá visitar los establecimientos asignados cada semana, en horario de lunes a viernes, de 10 a 12.30, coincidiendo con la hora del tradicional almuerzo. “Las dos primeras semanas es imprescindible el compromiso de visitar cuatro establecimientos cada semana”, añade Urtasun.

Una vez en el local ha de pedirse el pincho y la bebida sin identificarse como jurado. “Solo al final se presenta el carnet correspondiente, por lo que la consumición es gratuita”, añade. “Como novedad, este año los bares competirán de dos en dos, y los árbitros darán un gol al que más les haya gustado de ambos”, asegura Urtasun, recordando los paralelismos de la cita con una liga de fútbol. “También tienen una tarjeta amarilla que pueden utilizar en caso de que un establecimiento no cumpla las normas de la competición. A la tercera, el local sería descalificado de la prueba”, advierte.

Del 18 al 22 de septiembre arranca la sabrosa competición con 64 locales a concurso, de los cuales pasarán a la segunda fase 32. Finalmente, del 2 al 6 de octubre tendrán lugar los cuartos de final de los que saldrán los finalistas que se batirán en duelo, y en directo, en el Centro Comercial El Caracol, cocinando para un jurado profesional su tortilla de patata.

Pero, ¿cuáles son los aspectos más importantes a tener en cuenta a la hora de valorar una buena tortilla de patata? Desde la textura, la jugosidad, la cocción de la patata y el huevo o la consistencia, hasta el sabor o la presentación. “Buscamos la tortilla perfecta”, asevera Urtasun. Además, de manera previa al inicio de la liga se ha organizado una merienda de tortilla de patata, a modo de calentamiento, en la que los participantes podrán profundizar en el arte de esta tradicional receta.

Básicamente, hay tres requisitos básicos para ser jurado: “Tener afición por la gastronomía y por la tortilla en concreto, tener tiempo y criterio”. El año pasado, para seleccionar a los ocho finalistas contaron con la ayuda de un jurado formado por más de 80 personas –los árbitros- y de 7.000 clientes que participaron a través del teléfono móvil con la app de la liga, algo que volverá a repetirse en esta tercera edición.

Para optar a uno de estos puestos tan solo hay que enviar una solicitud a través de su página web o las redes sociales de la Liga.

Siempre hay innovaciones

Precisamente estas tres características las reúnen Amaya Gavillero y Marta Chiesa, dos de las personas encargadas de decidir cuál será la tortilla del año. “Es una experiencia muy divertida. En los bares te tratan fenomenal y se involucran mucho en la competición”, asegura Gavillero, que lleva participando desde los inicios de la prueba.

La zaragozana, que se confiesa una amante de la tortilla de toda la vida –sobre todo poco cuajada y con cebolla-, asegura que ahora se ha vuelto “toda una experta”. “Además de la tortilla en sí, puntúan más factores como el trato recibido, la publicidad de la liga presente en el local, el ambiente, todo en general”. Y aunque lo que se busca es la tortilla tradicional que se prepara día a día, reconoce que cada año hay algún que otro descubrimiento, como “una tortilla con salsa de Coca Cola, otra con chorizo, con trufa y una que llevaba alcachofa”, recuerda.

Chiesa también participa desde la primera edición de la Liga de la tortilla, argentina de nacimiento y aragonesa de adopción, asegura que aporta “otro punto de vista” del tradicional pincho. “Yo siempre voy con mi amiga Patricia Sola; la probamos juntas, discutimos sobre cómo sabe y damos un veredicto”, explica. En su opinión, la clave para ser un buen jurado es el respeto. “Hay que tener en cuenta que los hosteleros la preparan con esmero y cariño cada día y hay mucha gente que se queda en el camino porque no pueden ganar todos”, concluye.